Lo cierto es que el radicalismo hoy juega a dos bandos. Y pese a que el sector del oficialismo partidario en PBA elevó críticas a Milei por sus últimas decisiones no se muestra en contra de la posibilidad de formar parte de un frente. Algo que dependerá mucho de lo que también resuelva el presidente del PRO, Mauricio Macri.
Por otro lado, el sector vinculado a Martín Lousteau y Facundo Manes se posiciona cada vez más fuerte en contra del gobierno nacional y en distintas oportunidades ya dieron pruebas de acompañar en la legislatura bonaerense algunos proyectos para asegurar la gobernabilidad de Kicillof.
Ahí apuesta el kicillofismo. "Pienso que el radicalismo y el peronismo son partidos de base popular. Tienen diferentes visiones, está claro. Pero hoy nos enfrentamos a la derecha y ahí tenemos un mismo objetivo", le manifestó a Data Clave el intendente de Villa Gesell, Gustavo Barrera, uno de los integrantes de la mesa chica de los jefes comunales que bancan al gobernador.
“La idea del frente existe. Forma parte de un proceso y hay que conformarlo. La idea de Axel es que acompañemos aquellos que pensamos diferente al gobierno nacional que entendemos que el camino para la paz social es el otro y sabemos que hay que ser generosos en esto”, agregó.
Barrera es uno de los intendentes que más agita desde la quinta sección electoral donde se iba a llevar a cabo un nuevo encuentro del kicillofismo este sábado en Mar del Plata, pero que según dio a conocer el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, fue reprogramado para más adelante. El objetivo: darle un correlato concreto al frente.