Este viernes, la ambulancia fue devuelta a la Sala de Salud de Conesa, luego de haber sido retirada sin previo aviso por el municipio de San Nicolás hace una semana. La restitución del vehículo sanitario se dio tras las protestas organizadas por vecinos, que expresaron su preocupación por el impacto que la medida generaba en la localidad, que depende de ese servicio para situaciones de urgencia, y que está ubicada a 35 kilómetros de la ciudad cabecera.
Junto a la ambulancia, también se reinstaló la guardia médica los fines de semana, una prestación que había sido suspendida, generando un fuerte malestar en una comunidad de aproximadamente 3.500 habitantes. “La gente ahora está feliz”, expresaron vecinos al ver el regreso del móvil, aunque aclararon que los reclamos no se detienen.
El retiro de la ambulancia había encendido la alarma sanitaria en la zona: era el único medio disponible para traslados de urgencia y su ausencia dejaba expuestos a los habitantes ante emergencias que no pueden esperar.
Los referentes de la comunidad insisten en que aún quedan muchos puntos por resolver. Entre ellos, garantizar guardias médicas las 24 horas, los siete días de la semana, reforzar el plantel de médicos y enfermeros, y asegurar insumos esenciales, como medicación para distintas especialidades.
También se exigió la reparación del aparato de rayos X, que permanece fuera de funcionamiento, y la provisión de medicamentos, especialmente en atención pediátrica, clínica y odontológica.
“Esto recién empieza”, advirtieron los vecinos, que presentaron un petitorio formal ante el Municipio y el Concejo Deliberante. Aseguran que la restitución de la ambulancia es solo un primer paso en la búsqueda de una atención en salud digna y sostenida para Conesa.
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