La Asociación del Personal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Apinta) denunció públicamente que la dirección del organismo le prohibió a sus trabajadores el uso de las palabras “cambio climático”, “sustentabilidad”, “agroecología”, “género”, “biodiversidad”, “huella de carbono” y “prohuerta” en documentos y publicaciones oficiales.
Apinta emitió el 11 de junio un comunicado en el que denunció la situación de censura y alertó que la prohibición de utilizar esos términos afecta el desarrollo del Plan Estratégico Institucional 2015-2030. Dos semanas después, el 25 de junio, lo mismo plantearon en un encuentro de comunicadores de las regionales del Inta, ante la presencia del presidente del instituto, Juan Cruz Molina Hafford.
En ese momento, las autoridades ratificaron su decisión. “Recomendaron que no se usen esas palabras y que se baje la presencia en (la red social) X, diciendo que es donde el Gobierno da la discusión política”, afirmó el secretario general del sindicato, Mario Romero. “Nos llegó información de que en los equipos de comunicaciones regionales del Inta recibieron una bajada de línea sobre no utilizar esas palabras”, reforzó.
El Consejo Directivo de la entidad no respondió tampoco a un pedido de aclaración del gremio, que destacó el perfil de su presidente: un reconocido impulsor del agronegocio y detractor de la agroecología. El Consejo, a la vez, está integrado por representantes de la Sociedad Rural, Coninagro, Federación Agraria, Confederaciones Rurales (CRA), Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) y la Asociación de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea).
Romero enfatizó que con esa decisión se ponen en riesgo los objetivos trazados en el Plan Institucional adoptado para el período 2015/2030. El gremio advirtió que la censura se corresponde con el cierre de programas como el ProHuerta, la desarticulación de políticas de fomento de la agroecología y el discurso de negacionismo climático que esgrime el presidente Javier Milei.
Apinta cuestionó también la utilización de bots/trolls ligados al Gobierno, que realizan comentarios descalificadores y posteos agresivos contra la institución y la recepción de correos de “propaganda política y adoctrinamiento” desde la Subsecretaría de Vocería y Comunicación.
Los embates contra ciertas líneas de trabajo de los profesionales del Inta no son novedad, aunque bajo el Gobierno libertario se profundizaron. En junio de 2023, la dirección nacional del instituto envió una nota a la investigadora Virginia Aparicio, de la Estación Experimental Agropecuaria Balcarce, con una fuerte sugerencia para que suspenda la comunicación pública de los resultados del proyecto internacional Transición Sostenible de Protección Vegetal: Un Enfoque de Salud Global (Sprint). Se trata de una iniciativa que evaluó la presencia de plaguicidas en Europa y la Argentina y cuyos resultados preliminares evidenciaban que los esos agroquímicos derivan en suelos, el agua, el aire y en los cuerpos de las personas.
Antes, en 2022, el gremio ATE-Inta denunció que en Córdoba, regional que en ese momento dirigía el actual presidente del Instituto a nivel nacional, Molina Hafford, armó un sumario al ingeniero agrónomo César Gramaglia, especialista en agroecología por difundir las técnicas agroecológicas para el control de plaga de langosta, a contramano del modelo convencional con agrotóxicos.
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