La irritabilidad es un estado emocional en el que las personas se sienten incómodas y molestas fácilmente. De este modo, cuando alguien se siente irritable constantemente, el nivel de tensión suele aumentar, hasta llegar a un estado de reactividad en el que el más mínimo estímulo puede detonar comportamientos agresivos y reacciones desproporcionadas que pueden afectarlo a sí mismo y a las personas que lo rodean.
“Al tratarse de un estado psicológico, no consideraremos la irritabilidad como algo malo o patológico, sino simplemente como una muestra de que el sujeto está pasando por un mal periodo; por ejemplo, está teniendo un mal día”, detalla Erin Sánchez, graduada en Psicología con mención en Psicología Clínica infantil y de adultos por la Universidad Autónoma de Barcelona.
“Lo que nos irrita es la no aceptación de diferentes acontecimientos vitales que no toleramos de forma adecuada y que se toman de manera personal. Por ejemplo, cuando alguien nos dice que no a alguna cosa, esta respuesta puede activar una cadena de pensamientos irracionales del tipo: me ignora, yo no valgo, no soy importante para él...”, señala la psicóloga española y máster en psicología clínica y de la salud, Carme Busquets.
Tomar conciencia de la emoción que se presenta es fundamental para empezar a cambiar nuestra vivencia. Algunos consejos para lograrlo, son:
Si todavía no recibís las noticias de PRIMERA PLANA en tu celular, hacé click en el siguiente enlace https://bit.ly/3ndYMzJ y pasarás a formar parte de nuestra base de datos para estar informado con todo lo que pasa en la ciudad y la región.