En la localidad de Alfonzo, un grupo de mujeres decidió transformar la necesidad en oportunidad. Así nació Eco Barrido, un proyecto pensado inicialmente como una cooperativa de barrido y limpieza, pero que hoy se proyecta como una iniciativa integral de trabajo, inclusión y desarrollo comunitario.
La idea surgió a partir de una demanda concreta: la creciente necesidad laboral en el sector femenino de la localidad. “Queríamos brindar un buen servicio, pero también tener la oportunidad de trabajar formalmente, de incluirnos en el sistema laboral”, explican sus impulsoras encabezadas por Laura Rivero.
El proyecto comenzó con diez mujeres, que empezaron a reunirse, organizarse y soñar con una forma diferente de trabajar: colaborativa, solidaria y con sentido social. Con el tiempo, más vecinas se sumaron, hasta superar las treinta integrantes. Cada una aporta su experiencia y sus saberes: algunas ya realizaban tareas de limpieza o mantenimiento de manera informal, y otras tenían oficios distintos. El objetivo fue claro desde el principio: unir esfuerzos y crear una cooperativa sólida, capaz de ofrecer servicios de calidad y generar empleo digno.
Cabe destacar que durante la gestión del exintendente Héctor María Gutiérrez, en el año 2003, este sistema se aplicó por primera vez en nuestra ciudad, coordinado por Carlos Elizalde. Por aquellos tiempos, al igual que ahora, fue una importante salida laboral para varias familias.
Asesoramiento
El primer paso fue buscar información y asesoramiento. Las integrantes de Eco Barrido presentaron el proyecto por escrito en la delegación local, detallando sus objetivos, su modo de organización y el impacto que podría tener en la comunidad. La propuesta no solo planteaba una salida laboral para las mujeres, sino también una mejora visible en la limpieza y mantenimiento del espacio público, beneficiando a toda la población.
La iniciativa recibió apoyo y orientación de la delegación municipal y de la gerencia de la Cooperativa Eléctrica local, donde las trabajadoras encontraron una primera guía para dar forma a su sueño. Luego, comenzaron a gestionar los trámites necesarios para constituirse formalmente como cooperativa de trabajo, un proceso que implica la obtención de una matrícula otorgada por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes).
Para poder cumplir con los requisitos legales y administrativos, fue necesario reunir fondos. Las integrantes de Eco Barrido organizaron rifas y eventos con el objetivo de financiar la matrícula y otros gastos vinculados a la formalización del proyecto. Al mismo tiempo, se dedicaron a capacitarse y fortalecer su vínculo como grupo, compartiendo experiencias personales y construyendo una red de apoyo mutuo. “Cada historia es una lucha por superarse”, señalan emocionadas.
Entre los documentos que debieron preparar se encuentran el acta constitutiva, la nota de presentación, el acta del Consejo de Administración y la solicitud formal dirigida al presidente del Inaes. Además, fue necesario tramitar un informe del órgano local competente, documento que se obtiene a través de la Municipalidad de Pergamino. Con la colaboración del delegado y del gerente de la cooperativa eléctrica, lograron certificar sus firmas ante escribano público, un paso clave para continuar con la gestión.
Futuro inmediato
En cuanto al futuro de la cooperativa, el grupo ya piensa en la remuneración y sostenibilidad del proyecto. Una vez obtenida la matrícula, planean solicitar subsidios y elaborar presupuestos que les permitan ofrecer servicios no solo de barrido y limpieza, sino también de mantenimiento y otras tareas complementarias. La meta es brindar empleo genuino y de calidad a las mujeres de la comunidad.
Hace unas semanas, Eco Barrido organizó un gran evento en la plaza principal de María del Noche Alfonso. Allí presentaron públicamente el proyecto, contaron su historia y mostraron cómo se están preparando para el lanzamiento oficial de la cooperativa. La respuesta de la comunidad fue muy positiva: vecinos, instituciones y autoridades locales se acercaron para conocerlas y expresar su apoyo. “Queríamos que la gente vea que estamos listas, que nos estamos organizando y que tenemos muchas ganas de trabajar”, contaron las integrantes.
Capacitación
Actualmente, el expediente de Eco Barrido se encuentra en la Mesa de Entradas del Municipio de Pergamino, a la espera del informe legal necesario para avanzar con la matrícula ante el Inaes. Mientras tanto, las mujeres siguen reuniéndose, capacitándose y planificando los próximos pasos. También recibieron consultas de otras localidades interesadas en sumarse o replicar la experiencia, lo que demuestra el alcance y la inspiración que genera este tipo de proyectos.
“Estamos esperando la respuesta y la orientación para poder concretarlo”, aseguran con esperanza. “Esto puede significar una gran salida laboral para muchas mujeres, un cambio real en sus vidas y en su situación económica. Es una iniciativa muy importante, que necesita del acompañamiento de las autoridades para seguir creciendo”.
Eco Barrido es mucho más que una cooperativa en formación: es una historia de unión, esfuerzo y organización comunitaria. Un ejemplo de cómo, con compromiso y trabajo conjunto, las mujeres pueden construir herramientas concretas para transformar su realidad y la de su entorno.
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