Emprender siempre es un camino complicado que requiere, en primer lugar, un sueño por el cual trabajar, pero también una visión, temple y dejar de lado el miedo al fracaso. Bajo esas consignas, un grupo de jóvenes de nuestra ciudad, encabezados por Carlos Couto puso en marcha lo que con el paso de los años se transformaría en una empresa líder en el transporte de carga. Tuvo depósitos en Buenos Aires, Rosario, San Nicolás y su sede central en Pergamino (avenida Venini, ruta N° 188 casi Tucumán). En las rutas de todo el país, los pergaminenses se encontraban con un camión con su tradicional símbolo (un círculo con letras azules y blancas y dentro un mapa de la Argentina).
En su mejor momento tenía más de 40 camiones con chasis, 26 fleteros y cerca de un centenar de empleados, distribuidos en sus sedes. Eran tantos los transportes, que en una oportunidad en la ruta 8 chocaron de frente, dos de la empresa.
Su expansión fue tan grande que llegó a Paraguay con Expreso Central, una sociedad con empresarios del vecino país.
Luego de más de tres décadas y por una multiplicidad de factores, en 1995, cerró sus puertas, generando tristeza en aquellos que transitaron sus instalaciones.
Fue sin ningún lugar a dudas un emprendimiento que generó orgullo para Pergamino, brindó trabajo, ofreció oportunidades y que nunca podrá ser olvidado por lo que implicó no solo para la ciudad.
Calle Lagos
Cuando se habla de negocios relacionados al sector transporte y encomiendas, es fácil pensar que las personas detrás de estos conocieron desde siempre dicho rubro, sin embargo, nada más lejos de la realidad. Carlos Couto fundador de esta firma a finales de la década del 50 (últimos meses de 1958) inició una “aventura” junto a algunos conocidos de la vida, entre los que se encontraban Néstor Rocabruna (su mano derecha y quien lo acompañaría hasta el final de la empresa), Angel Doyen, Osvaldo Marchetto y Roberto Olaeta, entre otros que se fueron sumando más adelante.
La rica historia de Couto S.A. tuvo sus inicios en un galpón pequeño ubicado sobre calle Lagos entre Rivadavia y Estrada.
Parrilla y Balneario
La Parrilla Toro se encontraba a pocos metros del Cruce de Caminos (avenida Yrigoyen y Venezuela) y también fue un emprendimiento de la firma tener un predio de esparcimiento sobre la ruta N° 32 (Kilometro 10), lo que se conoció como Balneario Toro (en la actualidad predio del Sindicato de Choferes de Camiones).
En ese espacio de 17 hectáreas, repleta de arboleda, canchas de fútbol y parrilleros, se destacaron dos cosas, el agua salada (por la profundidad de las napas, aseguraban quienes participaron de la perforación, que luego de varios años quedó lista por el trabajo de la firma Fusco y empleados de Couto) y el tamaño de las piletas (entre las dos necesitan 10 millones de litros para llenarse).
Capital Federal
El primer deposito en la Ciudad de Buenos Aires, estuvo ubicado en calle Humberto Primo y luego en Carlos Calvo y Urquiza. Esos dos edificios estaban abiertos las 24 horas, todos los días del año, desde allí partían y llegaba la mercadería de todo nuestro país. Los enormes galpones contaban con depósito, oficina al público, un pequeño taller de reparación y una sala de descanso para los choferes.
Fiesta de fin de año
Propietarios, personal y hasta proveedores, esperaban las fiestas de cada 1° de mayo y las despedidas de año. En ese momento cerca de 400 personas (la familia del Expreso) se reunía en el predio de la ruta y no faltaba la rica comida (los tradicionales asados, lechones y corderos), sumado a la buena música y los regalos sorpresas, que eran esperados por todo.
“Ese era nuestro momento, el momento de todos, donde cada familia podía disfrutar de un día que generalmente comenzaba con un almuerzo, los mates de la tarde y a la noche una cena bien temprano, porque al otro día se trabajaba”, recordaba siempre Miguel, uno de los referentes del taller.
Importantes clientes
Entre la gran cantidad de clientes que confían sus productos a la empresa se destacaron: Firestone, Annan de Pergamino, Compañía Sudamericana de Fósforos (Tres Patitos, Fragata, Ranchera, Gauchito Gil y Cricket), La Martona, Yerba Mate Taragüi, Johnson & Johnson y Noel, esta última llegó a solicitar la exclusividad de siete camiones diarios para transportar sus productos.
Pepsi en Pergamino
En los finales de los 60, Pepsi tuvo su lugar en Pergamino con la Embotelladora Perla del Norte, propiedad de Couto S.A. La planta de nuestra ciudad producía las gaseosas cola (Pepsi), además de Teem (después sería Seven Up), Paso de los Toros, Mirinda y Pindapoy.
de Julio, Pueblo Esther (Partido de Rosario) y hasta Paraguay.
Lamentablemente en primeros meses de 1992, la planta se vendió a la empresa Sierras del Mar de Roberto Romanin, accionista de Pepsi Argentina, que al poco tiempo se utilizaron las instalaciones como centro de distribución y logística. El 24 de agosto de 1994, la firma cerró sin darle aviso a sus empleados y dejó 60 personas en la calle.
Fábrica de Fideos
Couto S.A. fue expandiéndose en el mundo de los negocios y en los inicios de la década del 70, abrió una fábrica de fideos bajo el nombre “Doña Rosa”, luego de varios años, los responsables de la firma decidieron venderla a capitales extranjeros.
Hoteles y más
El emblemático edificio Azul de Avenida de Mayo y Alem, perteneció a la firma, al igual que el Hotel War y Hotel Americano. Luego de algunos negocios, los emprendimientos se fueron vendiendo, por mucho menos dinero de lo que decía el mercado.
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