El conflicto laboral en Fiplasto mantiene en vilo a más de 200 familias de Ramallo. La empresa, dedicada a la producción de tableros y laminados, atraviesa una profunda crisis por la caída de las ventas y la acumulación de stock, mientras los trabajadores enfrentan suspensiones y reducciones en la producción.
Representantes del sindicato, encabezados por el secretario general Juan Cilenzo, participaron de una reunión en el Ministerio de Trabajo bonaerense en La Plata, junto al intendente Mauro Poletti, autoridades provinciales y de la Federación del Papel. Allí, cada parte expuso su posición frente a la situación que amenaza la continuidad laboral de la planta.
“El Ministerio va a elaborar una propuesta que será analizada en asamblea con los compañeros. Siempre las decisiones se toman colectivamente”, explicó Cilenzo, quien destacó que también se estudia una asistencia económica provincial para ayudar a la empresa a cumplir con los compromisos salariales.
Según el gremio, la situación productiva no muestra señales de mejora. “La empresa dice que sigue igual, con los galpones llenos y muy pocas ventas. Plantean que lo que venden no es rentable con el dólar actual y que necesitan más consumo para sostener la actividad”, detalló el dirigente.
En la actualidad, 205 trabajadores dependen de la planta, de los cuales 140 están bajo convenio sindical. “Son 205 familias que viven en la incertidumbre, sin saber qué va a pasar. Estamos negociando, pero todavía no hay acuerdo”, expresó Cilenzo.
El gremio valoró la intervención del Ministerio y del intendente Poletti, aunque advirtió que el problema refleja una crisis industrial más amplia. “Todos esperamos lo mismo: que mejore la economía. Si no hay consumo, es difícil sostener la producción”, concluyó el dirigente.
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