Sabrina Ortiz representa un caso emblemático de la lucha contra los agrotóxicos en nuestra ciudad por lo cual su caso concitó interés en varios medios a nivel internacional y ya es la segunda vez en el año que recibe a la prensa alemana. En esta ocasión, un grupo de 11 periodistas que también consultaron sobre su caso al intendente municipal.
En la entrevista, que será publicada en las próximas semanas, Ortiz dio varios detalles sobre su estado de salud producto de la exposición a las fumigaciones y de cómo se dio cuenta y relacionó esos síntomas con la actividad que se desarrollaba campo de por medio en el barrio donde vivía.
Hizo referencia a la soledad que sintió en ese momento y a la constante incertidumbre con la que convive desde el día que perdió un embarazo de cinco meses en el año 2011 luego de que usaran agroquímicos. “No me recuperé nunca de esa pérdida” expresó.
Describió que en ese momento “se vino una soledad muy grande y un sentimiento de abandono que surgía cada vez que uno pedía ayuda, no había regulación en ese momento y tampoco había buena voluntad” reconoció.
También, fue consultada sobre una charla que los periodistas tuvieron con el intendente Javier Martínez, previo a su encuentro quien dijo que la conoce pero que “es solo un caso pero el resto de Pergamino está bien y que el daño genético que tiene es por un problema genético de ella”, aunque sus análisis indican lo contrario.
Al respecto, Ortiz opinó que “no se puede tapar el sol con la mano. La realidad es que nos hicimos estudios de agrotóxicos (ella y sus hijos mayores) y se encontraron altos niveles de glifosato y otras sustancias prohibidas y es imposible semejante furcio que se diga que es algo genético, es un veneno que no nace con la persona, es algo adquirido con la exposición a las fumigaciones. Nos hicimos análisis de genotoxicidad y lamentablemente ya marca que esos agrotóxicos ya han causado daño en el ADN nuestro”.
“Entendemos cual es la postura del intendente, que siempre fue un favorecedor y defensor de los agronegocios de hecho tenemos medidas cautelares que protegen a las personas de Pergamino, él está en conocimiento porque fue notificado por la justicia y fue el primero en intentar truncar esas medidas apelando”, continuó.
Alguien que quiere proteger a la ciudad “vería las pruebas que hay y que existen más de 20 pozos en la ciudad que tienen entre 18 y 20 sustancias agrotóxicas. El informe con el testimonio de los propios enfermos del barrio Santa Julia consta que en ocho manzanas encontraron 53 casos de cáncer y lo dicen los propios pacientes enfermos. Ese mismo informe es el que la misma Secretaria de salud de Pergamino -María Marta Perreta- negó” explicó en respuesta al jefe comunal.
Asimismo contó que “en un tanque de ese barrio hay 19 sustancias agrotóxicas y de acuerdo a los peritos el 45 por ciento de esas sustancias son cancerígenas y ese tanque alimenta a más de dos barrios. Eso está probado, lo que no están probadas son sus palabras, él siempre habló en distintos medios diciendo que estábamos presentando estudios de análisis falsos y que esto era una cuestión política y de intereses económicos” expresó.
Sabrina Ortiz, además consideró que “siempre Martínez atacó y despreció a los afectados”.
En su diálogo con el periodismo alemán para una nota que va a ser publicada durante las próximas semanas, lamentó el rol cómplice de la mayoría de los medios de nuestra ciudad quienes en varias ocasiones le han negado entrevistas por recibir pauta tanto del intendente como del agronegocio, además hizo referencia a la tríada de poderes entre el agronegocio, la política y la justicia a nivel local
“Sabemos que hay poderes muy grandes del agronegocio que están vinculados con la política, e incluso con la justicia de Pergamino” destacó.
Destacó el avance a partir de su presentación en la Justicia Federal por eso, “Martínez pide que la causa no se entienda en el Juzgado Federal sino que sea traída para Pergamino para poder manipularla como hacía hasta antes de la presentación en el fuero Federal”.
La prensa alemana, además le preguntó por el vínculo con Martínez y sobre cómo se siente sabiendo que él no le cree. “No significa demasiado para mí que no me crea” respondió, y agregó que: “Lo cierto es lo que se puede probar y lo que se puede probar es que tenemos los cuerpos envenenados y que el propio municipio entrega a cada canilla de cada hogar agua envenenada y que hasta el agua de lluvia y el aire se han probado que están envenenados. Hay más de veinte peritos que asumen esta cuestión y se han expedido, no lo digo yo, lo dice la ciencia”.
A su vez, desafió al intendente y su gabinete a que “si tienen pruebas de lo contrario que la presenten en la justicia porque nosotros ya sabemos lo que nos están haciendo con su completa complicidad”
Por otra parte, recordó que “hemos logrado que le entreguen agua segura a las personas envenenadas y lo primero que hizo el municipio fue apelar esa medida para no entregar. Hemos pedido que se consigan médicos toxicólogos para Pergamino y todavía no hay. La ordenanza del registro de tumores nunca se reglamentó”.
Recordó que en Pergamino hay una ordenanza desde el año 2014, esa ordenanza limita a 100 metros las aplicaciones y 400 metros más de amortiguamiento, pero eso no se cumplió nunca porque junto con la ordenanza se crea la secretaría de Ambiente Rural, encargada del contralor a cargo del ejecutivo de Javier Martínez, sin embargo hoy los dos funcionarios que estaban encargados de ese control están siendo elevados a juicio por omisión de deberes de funcionario público. A raíz de eso se logró una medida cautelar que lleva la ordenanza a 1095 metros por vía terrestre y 3000 por vía aérea, que en palabras de Ortiz, “son medidas avaladas por la ciencia a través de médicos e investigadores que mencionan que a partir de los 1095 metros empieza a descender el daño que hacen los agrotóxicos, ni siquiera a desaparecer”. Esta medida adoptada por el Juzgado Federal de San Nicolás fue a partir de tomar conocimiento que existía daño genético y en ese sentido, la activista ambiental opinó que “eso se debería trasladar a una ordenanza municipal”.
En su charla, recordó el caso de Florencia Morales quien era querellante en la causa Federal “tuvo tres tumores y en el último no pudo seguir adelante y a nadie le importó nada” opinó.
Además, rememoró cómo debió dejar su casa cuando vivía en Villa Alicia y recordó las amenazas recibidas por uno de los imputados por fumigar en dicho barrio quien era su vecino. En la entrevista, se refirió al derrotero que debió vivir teniendo que viajar ella y sus hijos para hacerse atender por un médico de otra localidad por la complicidad de los médicos especialistas de la ciudad.
Pese a estas situaciones completamente adversas sostuvo que continúa teniendo esperanza y que la indignación la invita a movilizarse. También relató cómo fue el único encuentro que tuvo hace varios años con el intendente, quien la trató, a su parecer, despectivamente.
Dijo que fue “hace muchísimo” y relató que “las veces que fui, en carácter de madre preocupada y sin saber lo que había detrás del telón. Iba, tocaba la puerta y la secretaria me decía que tenía que sacar un turno, fui esperé y me miró un día que llegó cuando yo volvía todos los días y un día entrando al municipio me acerco a él, le digo quien soy y le comenté que había ido por esa problemática que tenían mis hijos y para que él o cualquiera de su gabinete pudieran ir a ver lo que estaba pasando y que comprobara que había soja de un metro en un lugar donde no se podía y me miró, levantó la cabeza y me dijo ‘Yo con vos no tengo nada de qué hablar’, se metió a su despacho” , a la vez que recordó el impacto emocional que este trato tuvo en ella.
Ortiz lamentó que “al ser una ciudad sojera, muchos no quieren hablar” y “Los que tienen las herramientas y la autoridad para hacer algo no lo hacen. Cuando lo sufrís en carne propia y ves como tus hijos van deteriorándose te das cuenta que hay algo más oscuro y más perverso que se lleva la salud”.
Con respecto al futuro de su causa “sé que van a venir cosas peores” porque “cuando empiece el juicio a los procesados, “sé que hay uno de ellos que dijo que iba a darme un tiro en la espalda ‘si no me dejaba de joder’ y que me iba a dejar paralítica. Sé que van a venir cosas peores, pero igual voy a continuar en esta lucha porque no es para mí solamente” admitió.
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