En la tarde de este pasado dia lunes, el cuerpo de Víctor Andrés Ramírez, un hombre de 48 años en situación de calle, fue encontrado sin vida en un descampado ubicado en la intersección de las calles Intendente Laguía y Juan B. Justo, en el barrio Centenario de Pergamino.
El hallazgo ocurrió cerca de las 14:45 horas luego de que un transeúnte alertara al 911 tras divisar el cuerpo detrás de un tapial. Según las primeras informaciones, Ramírez se encontraba en un avanzado estado de descomposición. Personal médico del SAME constató el deceso en el lugar, mientras que la Policía Científica trasladó el cuerpo a la morgue judicial para la realización de la autopsia.
La investigación quedó a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIyJ) Nº 1 del Departamento Judicial de Pergamino, que caratuló el caso como “Averiguación Causales de Muerte”. Aunque no se descartan hipótesis, las primeras indicaciones apuntan a que las causas del fallecimiento serían naturales.
Una realidad que preocupa
Ramírez era conocido en el barrio Centenario por deambular en la zona. Su situación de vulnerabilidad reabrió el debate sobre las condiciones de vida de las personas en situación de calle en Pergamino. Este caso se suma a un panorama social alarmante que, según vecinos, evidencia la falta de políticas públicas efectivas para atender esta problemática.
Hace algunos meses, el secretario de Desarrollo Social del municipio, Paolo Bonano, minimizó la situación al afirmar en una entrevista con Radio Más que: “Son 5 personas las que viven en la calle en Pergamino, ustedes los periodistas siempre les sacan fotos a las mismas " y luego agregó " Las personas que duermen en la terminal son en su mayoría de afuera, estan de paso, muchos son malabaristas o gente que está de paso" Sin embargo, este es el segundo fallecimiento registrado en los últimos tiempos relacionado con personas sin hogar en la ciudad, lo que contrasta con la percepción oficial.
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La muerte de Víctor Andrés Ramírez no solo es un llamado de atención para las autoridades, sino también para la sociedad en su conjunto. Mientras la indigencia y la crisis habitacional avanzan, muchos subrayan la necesidad urgente de reforzar las políticas de asistencia y contención.
Este trágico episodio nos recuerda que detrás de cada cifra hay historias de vida truncadas y que las soluciones requieren tanto acción estatal inmediata e impostergable, como compromiso de toda la sociedad.
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