En un episodio digno de una comedia, el Concejo Deliberante de Avellaneda aprobó una modificación a la ordenanza Fiscal e Impositiva porque, según la Secretaría de Hacienda municipal, “al que escribió el proyecto no le andaba el número 7 del teclado”.
El hecho, que generó sorpresa y críticas, ocurrió más de dos meses después de la aprobación inicial de la normativa, el pasado 29 de noviembre. En una sesión extraordinaria, el oficialismo impulsó la corrección de los valores de las tasas municipales, argumentando que había un error en la actualización de los montos según el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Más allá de lo insólito del caso, la oposición puso en duda la legalidad del procedimiento. El presidente del bloque de Juntos por el Cambio, Maximiliano Gallucci, denunció que en una reunión previa con representantes del área de Hacienda, les explicaron que el error se debió a un fallo en el teclado de quien redactó el proyecto.
Uno de los puntos más cuestionados es que la modificación no pasó por la Asamblea de Mayores Contribuyentes, un requisito fundamental cuando se trata de cambios en tributos municipales. “El Ejecutivo dice que no era necesario, pero en realidad lo es”, advirtieron desde la oposición.
Otro interrogante es qué sucederá con las tasas municipales que ya fueron facturadas y pagadas por vecinos y comerciantes en enero. Muchos contribuyentes optaron por el pago anual, basándose en valores que ahora resultan erróneos.
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