El paciente, un hombre de 78 años, llegó a la guardia del Hospital Municipal de Balcarce con un cuadro persistente de tos y dolor torácico. Tras esperar más de una hora, el médico que lo atendió no le pidió estudios de diagnóstico y le indicó un tratamiento casero: infusión de laurel con sal y vapor de cebolla, además de un mucolítico en comprimidos.
Según relató su familia, el profesional le recomendó tomar la infusión dos veces al día durante una semana y renovarla cada noche. También le recetó Acemuk 600, un medicamento efervescente que ayuda a fluidificar las secreciones bronquiales.
El hijo del paciente contó que, al no quedar conforme con la atención, su padre consultó al día siguiente con su médico de cabecera, quien le indicó un tratamiento acorde a su estado clínico y ordenó los estudios correspondientes.
La situación generó sorpresa entre otros profesionales de la salud, que expresaron su asombro por las “inusuales indicaciones” del médico de guardia. “Es la primera vez en años que veo algo así”, señaló una fuente sanitaria citada por La Vanguardia.
El vapor de cebolla es un remedio casero popular que suele emplearse para aliviar la congestión y la tos, ya que sus compuestos pueden ayudar a fluidificar el moco y calmar las vías respiratorias. Sin embargo, no reemplaza el diagnóstico ni el tratamiento médico adecuado, especialmente en personas mayores o con enfermedades preexistentes.
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