La práctica regular de ejercicio se asocia a un envejecimiento saludable y un menor riesgo de deterioro cognitivo. Ahora, una nueva investigación finlandesa analizó la relación entre la práctica deportiva y la memoria de trabajo comparando directamente el rendimiento entre deportistas y personas que no hacen actividad física.
La memoria de trabajo es una parte fundamental de la memoria que se nutre de información recibida desde diferentes zonas del cerebro, a partir de datos del entorno y de conocimientos almacenados previamente en la memoria a largo plazo y que se utiliza, sobre todo, para solucionar problemas complejos o realizar distintas tareas a la vez, según la Fundación Pascual Maragall de Barcelona. Además, constituye una función clave porque nos permite evitar conductas impulsivas y mantener el control sobre nuestros pensamientos y acciones. Por ejemplo, nos permite mantener una conversación y reaccionar con coherencia a lo que se nos dice.
El estudio fue realizado por un equipo de investigación del grupo Active Mind, del Departamento de Psicología de la Universidad de Jyväskylä, en Finlandia, que evaluó esta comparación de manera amplia, incluyendo un análisis sobre cómo influían en los resultados factores como el tipo de deporte y el nivel de rendimiento de los participantes. Los deportes practicados con mayor frecuencia eran básquet, fútbol y esgrima y entre los individuos no deportistas se incluyó a algunos considerados sedentarios.
Los investigadores comprobaron que los deportistas tienen una ventaja en memoria de trabajo en comparación con los no deportistas, independientemente del tipo de deporte y el nivel de rendimiento y que esta ventaja era más relevante cuando los deportistas se compararon con personas sedentarias, en lugar de con un grupo de referencia que excluía a la población sedentaria.
Este metaanálisis incluyó 21 estudios y 1.455 participantes y, según la investigadora doctoral Chenxiao Wu, la mayoría de estos estudios presenta una alta calidad metodológica y un bajo riesgo de sesgo. Los resultados demuestran una relación consistente entre la práctica deportiva y un mejor rendimiento en memoria de trabajo, mientras que un estilo de vida sedentario parece estar asociado con un peor desempeño en este ámbito.
Piia Astikainen, líder del equipo de investigación, destacó que estudios previos de su grupo sobre los efectos del envejecimiento en la función cognitiva y cerebral mostraron que un estilo de vida físicamente activo puede contrarrestar en parte los efectos negativos del envejecimiento. Los nuevos hallazgos en deportistas refuerzan la evidencia sobre los beneficios del deporte en la cognición humana y resaltan la importancia de la actividad física para la salud cerebral.
Esta investigación forma parte del proyecto SportsFace y de la tesis doctoral de Chenxiao Wu, supervisada por la profesora asociada Piia Astikainen. El objetivo del citado proyecto es explorar los efectos del deporte en la función cognitiva y la percepción de rostros mediante medidas electrofisiológicas y de rendimiento conductual. Los resultados contribuirán a una mejor comprensión de la relación entre el deporte, la memoria de trabajo y la cognición social.
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