La obra de la Presa de Pergamino ha sido un proyecto plagado de dificultades y desafíos que han retrasado su ejecución y generada incertidumbre entre los pergaminenses.
Desde su licitación y adjudicación durante la gestión de la gobernadora María Eugenia Vidal, hasta los recientes problemas con la empresa DECAVIAL S.A.I.C.A.C., la Presa ha sido testigo de una serie de complicaciones que han afectado su avance.
Uno de los principales obstáculos que enfrentó la obra fue la falta de expropiación de los terrenos necesarios para su ejecución, lo que retrasó significativamente su inicio.
Con la llegada del Gobierno de Axel Kicillof, se lograron finalmente llevar a cabo el inicio de las expropiaciones correspondientes, permitiendo reiniciar la obra en octubre pasado.
Sin embargo, la empresa encargada de los trabajos, DECAVIAL S.A.I.C.A.C., no cumplió con sus obligaciones contractuales y, tras una serie de intimaciones, presentó quiebra, dejando tanto esta obra como otras en la provincia de Buenos Aires y a nivel nacional paralizadas.
Ante esta situación, el estado provincial decidió rescindir el contrato con la empresa y está en busca de nuevas fuentes de financiamiento para retomar la construcción de la presa de pergamino.
Es crucial que el Gobierno Nacional apruebe el nuevo crédito necesario para llevar adelante esta obra tan importante.
La Presa de Pergamino no solo es fundamental para contrarrestar inundaciones, sino que también representa un compromiso con el desarrollo y el bienestar de sus habitantes. Es imperativo superar los obstáculos y desafíos que se presenten en el camino y trabajar en conjunto para concretar este proyecto que tanto beneficiará a la comunidad.
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