En una de las jornadas de la semana pasada, me percaté de la alarmante situación que enfrenta el tránsito en Pergamino, en especial por las peligrosas faltas de control que se observan en nuestras calles. Circulando por la calle Merced, al cruzar frente a una escuela, un agente de tránsito me advirtió amablemente que mis luces estaban apagadas. Agradecí su sugerencia y detuve mi vehículo. A pesar de que la ley 12.564, en su artículo 58, estipula que "en las zonas urbanas y suburbanas se deberá utilizar de forma permanente desde el crepúsculo hasta el alba", mi atención se desvió hacia una problemática más grave.
Observé la preocupante cantidad de motocicletas que circulaban desde la puerta de la escuela, llevando a dos o incluso tres niños, además de un adulto que no usaba casco. Ante esta escena, decidí alertar al funcionario municipal de tránsito sobre esta situación de riesgo. Sin embargo, su respuesta fue desconcertante: "Estamos aquí para que crucen los niños". Recordé entonces su responsabilidad como funcionario público y el peligro evidente que representaba permitir que los niños viajaran en motocicletas, sin la protección necesaria. A mi señalamiento, el agente me respondió: "Venga a hacerlo usted".
Este encuentro se convierte en un ejemplo claro de la problemática que enfrentamos con el tránsito en Pergamino y la falta de controles por parte del gobierno municipal. Es imperativo implementar una amplia campaña sobre seguridad vial que nos permita evitar no solo las multas, sino, lo que es más preocupante, accidentes trágicos.
Es cierto que muchos padres dependen de las motocicletas para trasladar a sus hijos, pero eso no puede justificar la falta de cumplimiento con las normativas de seguridad vial. Las leyes y ordenanzas de tránsito parecen ser ignoradas, más allá del control de estacionamiento y algunas intervenciones esporádicas, que a menudo carecen de efectividad.
Es fundamental que el gobierno municipal establezca un sistema renovado y eficaz para la enseñanza y el control de las normas de tránsito. Debemos priorizar la educación vial, así como reforzar las medidas de control en nuestras calles. La seguridad de nuestros niños y de todos los ciudadanos debe ser una responsabilidad compartida que no podemos eludir. La implementación de medidas adecuadas y el compromiso de todos son vitales para construir un entorno más seguro en Pergamino. La conducción responsable y el respeto por las normas deben ser el pilar fundamental de nuestra comunidad.
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