Lo que está en disputa son dos modelos de país

El Gobierno implementa un plan económico conservador, similar a los típicos planes de recesión y contracción fiscal, que busca desmantelar el modelo productivo.

El Instituto de Trabajo y Economía señala que la actividad que no muestra signos de recuperación en el consumo masivo, con una contracción anual de 8,7 puntos por debajo del año pasado. Esta situación es aún más preocupante si se considera que, según los datos del EPH, hubo 404 mil personas ocupadas menos que en el cuarto trimestre de 2023, exceptuando la pandemia. Desde que se publica esta serie de EPH nunca hubo una caída intertrimestral de esta envergadura.

Mientras tanto, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires promueve una agenda internacional para atraer inversiones a la industria.

Sin embargo, el presidente Javier Milei genera condiciones que terminan con la actividad interna, considerándola innecesaria en el marco de su plan de reducción del consumo.

El Gobierno Nacional sabotea a la Provincia consciente de que es el corazón productivo de la Argentina, concentrando el 36% del PBI nacional, el 50% de la producción industrial y el 41% de la producción agropecuaria.

La asfixia quitando el fondo docente, de transporte y seguridad, paralizando todas las obras estratégicas de Nación en la PBA: la Ruta Nacional 3, la RN 7, la RN 8 y la obra del canal Magdalena, que es muy importante para la soberanía.

Axel Kicillof denunció estas acciones ante la Corte Suprema, destacando la deuda del Gobierno Nacional con la Provincia de $6,3 billones. Ahora bien, lo que está en disputa son dos modelos de país: el que propone el actual presidente, que no es más que una versión del modelo económico y social del siglo XIX y el que propone el gobernador, inspirado en un capitalismo avanzado que reconoce la importancia de una economía desarrollada a través de la ciencia y tecnología avocada a la industria.

Tenemos que tener en cuenta que el modelo que propone Kicillof es una expresión que intenta representar a las mayorías, aunque para esto hay que tener muy presente lo que afirma Cristina Alvarez Rodríguez cuando dice: “tenemos el deber de parir juntos lo que viene comprendiendo la necesidad histórica de recomponer ese vínculo con el pueblo, tan necesario en la identidad de nuestro movimiento político”.

Los funcionarios oficialistas transitan justamente la vereda contraria a lo expresado anteriormente, se jactan de la violencia aplicada a los jubilados y de un recorte brutal, pero hay que tener en cuenta que no es solo con el veto a la ley de jubilaciones que aprobó el Congreso, sino también con la quita de medicamentos, el aumento desmedido de los alimentos, quita de subsidios, etcétera.

Es decir, la medida que el Gobierno vetó era simplemente un mínimo aumento, ante el desacople que hay entre ingresos reales y la canasta básica total.

No obstante, no solo se jactó con ajustar a los jubilados, sino también los reprimió.

El Gobierno Nacional se jacta en ajustar a las universidades esgrimiendo argumentos falaces, y desconociendo el largo proceso que llevó a la calidad académica que tenemos en la actualidad, busca enfrentar la opinión pública construyendo enemigos que no existen, y otra vez lo vemos en este intento de volver a la Argentina del siglo XIX exclusiva para unos pocos, en este caso, atacando la reforma universitaria que comenzó en 1918 y la quita de arancelamiento de 1949.

El Gobierno Nacional se jacta de avanzar con una reforma laboral, para lograr sus objetivos pone en funcionamiento nuevamente los tanques formadores de opinión pública que busca el enfrentamiento de los argentinos, pero es necesario volver a recordar que su visión está atada a esa argentina del siglo XIX, carente de cualquier derecho a los trabajadores, y preparada para llevar a cabo una acumulación desmedida, sin tener en cuenta los costos humanos que esto ocasionó.

El Gobierno Nacional se jacta del ajuste hacia los docentes, el ataque es tan fuerte, que incluso produce grietas dentro del mismo sector, la racionalidad esgrimida desde la idea de orden fiscal, lleva en muchos casos a no considerar que el mismo se puede lograr por otros caminos, y que nada tienen que ver con ajustar a los que menos tienen.

Ante las jactancias del Gobierno Nacional, el gobernador Kicillof intenta construir vínculos federales, cooperando con Santa Fe y Chubut en materia de seguridad y sanitaria, demostrando la necesidad de lograr una Argentina unida.

Es momento de unir fuerzas y articular un gran frente que represente a todos los sectores sociales que están siendo afectados por las políticas del Gobierno Nacional.

Cristina Alvarez Rodríguez lo expresa claramente: “no podemos olvidar lo que hemos vivido y logrado hasta hoy, y debemos construir nuestro futuro basándonos en esa experiencia. Para lograrlo, es fundamental contar con memoria, compromiso y militancia”.

 

*El autor es docente y referente de la Corriente Nacional de la Militancia a nivel distrital

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