El Grupo de Actores Especiales (GAE) fue creado en 1986 por Marta Lere y “Neme” Carenzo, quienes vieron la necesidad como actores -y ella en especial como docente- de darle un espacio a las personas con discapacidad en el plano artístico. Hasta ese momento no existía en nuestro país ninguna iniciativa similar. Y la inclusión no era un tema que estuviera presente en la sociedad. “Nuestra idea era formar un elenco de teatro de personas con discapacidad para incluirlos a la sociedad a través del arte”, afirmó Lere, quien agregó que “la intención fue que el grupo sea uno más, del movimiento independiente de Pergamino. Al principio costó mucho que la gente no pensara que era algo solamente para gente con discapacidad sino que era un elenco de teatro que ofrecía obras para todo público”.
Pero está situación de a poco cambió y el GAE comenzó a instalarse. “A medida que se iban incorporando alumnos a los talleres la familia y la sociedad fueron cambiando su manera de ver las cosas y empezaron a darse cuenta de la formación de los alumnos del taller del GAE era la de cualquier otra persona que actuaba y también concurrían a eventos culturales, que antes no y es ahí donde cambia la mirada, incluso por parte de la familia sobre las personas con discapacidad”, destacó a PRIMERA PLANA.
El GAE viene trabajando ininterrumpidamente hace 36 años, presentando obras de teatro de grandes autores como Roberto Fontanarrosa, Roberto Cossa o clásicos como "Médico a palos" de Moliere. Y la presentación de obras de este tipo dejan en claro la profesionalidad del grupo, integrado por actores de tipo de discapacidad, desde motoras hasta las mentales.
El Espacio GAE
En 2009, el GAE recibió la donación de un terreno en el que comenzaron a construir una sala de teatro propia, la cual de a poco fue tomando forma.
Es la única en Pergamino realmente accesible para personas con discapacidad, con rampas, escenario levadizo y las comodidades que permiten al actor y público no quedarse afuera.
En el lugar funciona también el “Taller de Teatro ‘Talía’”, que cumple 33 años de vida y fue el primer taller privado que hubo en nuestra ciudad en el que también hay gente integrada.
Hoy la sala está abierta para cualquier tipo de evento y además se mantiene con los propios espectáculos que brindan.
La situación en Pergamino
Consultada Marta Lere sobre cómo evalúa la situación en la ciudad, recalcó el compromiso de los diferentes actores sociales públicos y privados que se comprometen en incluir personas con discapacidad y se mostró muy esperanzada con respecto al futuro laboral de estas personas. “Tengo una hermana con síndrome de down de 52 años y sé que Pergamino está trabajando mucho. Tengo muchos alumnos del GAE, por lo menos 4 ó 5 que se encuentran trabajando en el Municipio, en distintas oficinas. O sea que se está abriendo un abanico de posibilidades para las personas con discapacidad.
“Desde hace 10 años se está trabajando un poco más, pero cuando nosotros empezamos nada de esto ocurría. Ahora sí hay mucha apertura de las instituciones públicas y también privadas. En éstas últimas cuesta un poco más ingresar, pero hay muchos chicos trabajando”, indicó.
Lere subrayó que “se está abriendo un abanico muy grande, está cambiando el paradigma, que el hecho de tener una persona trabajando en la empresa o en una institución pública ya no llama la atención porque lo vemos a diario.
“En los últimos 10 años está pasando muchísimo así que confío plenamente en los ciudadanos pergaminenses, en las empresas, en las instituciones y en la Municipalidad que las personas con discapacidad van a tener más posibilidades a medida que transcurra el tiempo y bastante rápido”, puntualizó.
Los obstáculos
Respecto de las barreras arquitectónicas que existen en la vía pública e impiden la plena movilidad de discapacitados motores, quienes deben transitar con bastones o sillas de ruedas o personas no videntes, dijo que "obstáculos existen muchos en Pergamino: veredas rotas, falta de rampas en los barrios y en el Centro. Hay rampas que se rompen y no son arregladas con la urgencia que corresponde. Hay también inconciencia de parte de los ciudadanos pergaminenses porque hay bares que ponen mesas en todos lados en la calle, sin pensar que hay personas con discapacidad, mamás con cochecitos y sillas de ruedas que no pueden pasar, ciegos que tienen que ir con un acompañante y no pasan 2 personas por el pasillito que dejan o personas mayores que se desplazan con bastones”.
También “en los barrios dejan los autos en la vereda y eso también dificulta el pasaje en una vereda. Es una concientización que debe partir de nosotros mismos y también desde el Estado; deberían regularizarse edificios privados y públicos que todavía tienen escaleras o rampas imposible de utilizarse”, indicó Marta Lere.
No obstante, “tengo la esperanza de que de a poquito, con todos los reclamos que venimos haciendo quienes trabajamos con las personas con discapacidad y las mismas personas con discapacidad, esto pueda ir cambiando. Ya hay un grupo de arquitectos trabajando en la Municipalidad para supervisar todas estas cosas, pero es el ciudadano el que se tiene que empezar a concientizar. Con el tiempo se van a ir corrigiendo, pero en este momento hay muchos obstáculos edilicios”.
En esa línea, Lere agregó que “humildemente, lo que propondría desde mí lugar para que esta ciudad sea plena de inclusión, es que todos seamos conscientes y sepamos que muchas veces que no estamos haciendo las cosas bien. Es necesario que empecemos a ponernos en el lugar de las personas con discapacidad y pensar 'si yo fuera ciega, qué me pasa en esta vereda' o lo mismo 'si fuera paralítica' y ponernos en 'el lugar de' para exigir que las cosas cambien y no solamente pedir a las autoridades sino modificar nuestras actitudes”.
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