En el marco de la festividad de San Cayetano, cientos de fieles se congregaron en la capilla ubicada en el Barrio 12 de Octubre de la ciudad de Pergamino. La marcha, realizada en medio de una grave crisis económica, tuvo como principal clamor el pedido de "Pan, paz, techo y trabajo".
El evento, que se celebra cada 7 de agosto, mostró un notable aumento en la participación de devotos, reflejando la desesperación y la fe de muchas personas en tiempos difíciles. San Cayetano, conocido como el santo patrono del trabajo, goza de un amplio apoyo popular, especialmente entre las clases más desfavorecidas.
“Es un año especial y nuestra fe es absoluta, aunque hay que reconocer que las medidas tomadas por el gobierno han generado un aumento de la concurrencia casi sin precedentes” dice María una devota que concurre cada año.
Mientras los fieles estacionan sus autos y motos, decenas de niños y adolescentes que viven en los alrededores de donde se encuentra ubicada la capilla, se ofrecen a cuidar los autos o venden estampitas del Santo “a voluntad”, mientras sus madres venden comida para “ para acompañar el frío” de la espera para ingresar al lugar donde se encuentra la estatua del Santo.
Luego de las 15 horas, los fieles recorrieron las calles en un clima de fervor y esperanza, buscando en su devoción una respuesta a las difíciles circunstancias que enfrentan.
La festividad no solo se convirtió en un acto de fe, sino también en una manifestación de las necesidades urgentes que afectan a amplios sectores de la sociedad.
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