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Olvidate del dolor de cervical con este ejercicio fácil y efectivo que todos deberían hacer

Acercarse a un estilo de vida fitness puede ser accesible para todos y traer grandes beneficios a la salud.

El bienestar físico no solo depende de grandes rutinas o equipamiento sofisticado: incorporar un ejercicio sencillo puede marcar la diferencia en nuestra salud. Con el paso del tiempo, el cuerpo va acumulando tensiones y pequeñas disfunciones, y esto se vuelve especialmente cierto con la aparición de dolores de espalda y cervicales en la vejez.

Estos ejercicios prometen mejorar la calidad de vida de millones.

La postura del gato: cómo hacerla

Para realizar la postura conocida como “del gato” (o parte de su variante dinámica), lo primero es ponerse en cuatro patas, con las manos apoyadas justo debajo de los hombros y las rodillas alineadas con las caderas. Desde esta posición neutra se inicia el movimiento: al inhalar, se deja caer el abdomen hacia el suelo mientras se levanta ligeramente la cabeza y el pecho (similar a la postura de la vaca), y al exhalar se arquea la espalda hacia arriba, se lleva el mentón hacia el pecho y se redondea la zona dorsal-cervical. Se repite este ciclo de forma fluida, sincronizando el movimiento con la respiración, durante uno o dos minutos.

Este ejercicio moviliza la columna de forma suave, ayuda a liberar la tensión en la zona cervical y dorsal y promueve una mejor alineación de la cabeza respecto al tronco. Además, al combinar flexión y extensión espinal, mejora la flexibilidad de los segmentos vertebrales y reduce las cargas estáticas que contribuyen al dolor de cuello.

Los beneficios de este fácil ejercicio

Este movimiento tan simple aporta múltiples beneficios. Al movilizar la columna y relajar la musculatura del cuello y la espalda, se disminuye la rigidez que muchas veces provoca la postura prolongada o el sedentarismo. También, al mejorar la alineación postural (especialmente en la zona donde la cabeza tiende a adelantarse o encorvarse), se reduce la carga sobre las articulaciones cervicales y los músculos que intentan compensar.

Por otro lado, al incorporarlo con regularidad, se fortalece la musculatura de soporte, se mejora la circulación local y se promueve una sensación general de mayor bienestar corporal. Sumar este ejercicio unos minutos al día es una forma práctica de cuidar la zona cervical antes de que el dolor se convierta en una molestia recurrente.

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