sta semana, si el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional se cumple como está previsto, quedará registrada oficialmente una nueva ola de calor en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) de la Argentina.
El calor agobiante volvió a tomar el protagonismo, y se dio la particularidad que la sensación térmica fue muy superior a la temperatura registrada.
La temperatura es un dato objetivo que depende de una medición. En cambio, la sensación térmica depende de varios factores, especialmente la humedad.
La temperatura se mide directamente con instrumentos como los termómetros. En cambio, la sensación térmica no es una cifra fija, sino un cálculo que considera cómo el cuerpo humano reacciona ante el calor y la humedad.
Cuando el cuerpo se calienta, comienza a sudar para enfriarse, pero la evaporación del sudor es crucial en este proceso.
Cuando la humedad es alta, el sudor no se evapora con la misma rapidez, lo que impide que el cuerpo se enfríe de manera eficiente.
Como resultado, la sensación térmica se eleva, aunque la temperatura medida no cambie. El licenciado Stella aclaró que “el aire puede tener más humedad y entonces puede generar incomodidad en las personas. Por lo cual, la sensación térmica puede ser mayor a la temperatura que se registra en cada ciudad”.
Este fenómeno es evidente durante las olas de calor como la actual en el AMBA, cuando las temperaturas suben significativamente y, al mismo tiempo, aumenta la humedad.
Según Stella, “en zonas como el AMBA, hay una masa de aire tropical muy húmeda. Además se suma que se registraron temperaturas altas. Eso hizo que la sensación térmica superara en más de 10 grados a la temperatura en algunas ciudades”.
En ambientes secos, como en zonas áridas, el cuerpo puede enfriarse mejor porque la evaporación del sudor es más rápida. La baja humedad facilita la disipación del calor, lo que reduce la sensación térmica.
En cambio, en lugares con alta humedad, el sudor se evapora con mayor lentitud, lo que incrementa la sensación de calor. Stella subrayó que “las olas de calor húmedas como la actual en el AMBA están entre las más peligrosas”.
Las olas de calor húmedas aumentan el riesgo de problemas de salud como golpes de calor o deshidratación. Cuando el sudor no puede evaporarse eficientemente, el cuerpo no logra regular su temperatura.
Como resultado, la exposición prolongada al calor puede ser peligrosa, especialmente para personas vulnerables. Stella alertó que “la situación actual es de ola de calor y puede ser peligrosa para la salud humana”.
Ya el SMN emitió alerta amarilla que se declaró por la ola de calor en el AMBA. Significa que hay riesgos para los grupos vulnerables debido a la combinación de altas temperaturas y alta humedad. Ese tipo de alertas son esenciales para prevenir complicaciones relacionadas con el calor.
La ola de calor llegaría a su fin este sábado. Según las previsiones, “la masa de aire tropical se desplazará hacia el norte y vendrá alivio en el AMBA”, dijo Stella.
Eso implicaría una disminución de la humedad y una mejora en las condiciones climáticas, lo que permitiría una mayor evaporación del sudor y una sensación térmica más cercana a la temperatura real.
En una entrevista con Infobae, Francisco Chesini, licenciado en salud ambiental, magíster en salud pública, docente de la Universidad Nacional de José C. Paz, en la provincia de Buenos Aires y miembro de la Sociedad Iberoamericana de Salud Ambiental, precisó estas recomendaciones:
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