En esta ocasión, no nos extenderemos en la introducción, debido a la capacidad de Diego de poner en claras palabras su extensa trayectoria y profesionalismo como periodista. Desde sus comienzos en los medios hasta su papel en la búsqueda de un aporte que beneficie a una comunidad, nos invita a reflexionar sobre la pasión y el compromiso que impulsa su carrera.
- ¿Cómo es tu presente y qué destacas de él?
Al reflexionar con esta pregunta, me di cuenta que hace 9 años que vivo en constantes cambios muy marcados. Ya son 20 años que trabajo en INTA Pergamino; primero ingresé como periodista en el equipo de comunicación, luego ocupé diversos puestos cuando comencé a aplicar los conocimientos que me dió mi profesión y, ahora, mi rol me permite coordinar acciones entre los diferentes componentes que constituyen al INTA. En paralelo, es una constante en la que trato (a veces lográndolo y otras no) hacer algún aporte innovador, al pensar en las futuras generaciones de periodistas.
- ¿Cuál fue tu motivación para dedicarte al periodismo?
A fines de los 80', en la Escuela 53 del barrio Centenario, abrió un taller radial dado por las docentes María Inés Carro y Nancy Almazán, que fueron las “culpables” de que ese jueguito se transformara en una pasión. Además, mi tío abuelo, “Pepe” Raymundi, confeccionaba el boletín mural del Club Juventud con una máquina de escribir que me permitía usarla y, hoy, recuerdo la emoción que me daba el sonido de teclear ese antiquísimo artefacto. Como también sus recomendaciones de lectura.
Por último, en cuanto a mis primeros pasos, agradezco mucho a Mario Farhán que, a los 13 años, me abrió las puertas de este mundo.
- ¿Cómo fueron tus inicios y tu evolución profesional?
Mis inicios fueron en la escuela, pero descubrí la radio desde adentro cuando pasé por FM Centro de Mingo Caruso; también en Radio Acción, anduve por FM Latina y después Farhán me llevó a El Tiempo y con 13 años me convertí en corresponsal de fútbol de los partidos en los pueblos, una experiencia increíble para mi edad. Posteriormente, me crucé con Miguelito Odano y su inolvidable “Doblando la curva”, un programa de automovilismo que se transmitía por Canal 2, Canal 4 y en Arrecifes. Fue en ese tiempo que, con 15 años, me di dos vueltas completas a Argentina cubriendo automovilismo.
Luego, en Buenos Aires tuve excelentes profesores, entre ellos Mauro Viale, que en aquel entonces estaba transformando el periodismo televisivo para siempre y con él hice mi debut radial en Radio Splendid, de Gerardo Sofovich. Tras ello, ingresé en Canal 9 como ayudante de cámara y, a veces, camarógrafo donde disfrutaba mucho el móvil en exteriores. Mientras que, en paralelo, hacía actividades en cable o en radios FM. Ya con la debacle del país en el 2001 (muy parecido a la actualidad) tomé la decisión de volver luego de 7 años, donde una de las razones fue la de formar una familia en un lugar que me recordara a mi infancia. Reinsertarme no fue fácil, pero por suerte conocí a Leo Velasco, y su Radio Ciudad, que me permitió expresarme con total libertad y a Gricelda Incerti que hizo que volviera al semanario. Poco después, ella se retiró y pasé a ser Jefe de Redacción, donde también destaco conocer a Claudio Giovagnoli que, junto a él, pudimos modificar el diseño del diario y su cultura, bajo la guía de Roberto Veros, el mejor periodista de la ciudad. Además, destaco mi pasado en diferentes lugares como en “La Mañana”, programón que hacían Velasco y Gaby Fortuna, “El Refugio” donde estuve junto a Agostina Zaros y en pandemia co-conducíamos junto a Memo García en Radio MÁS, un placer coincidir con él que lo conozco de chico.
Aun así, lo que más resalto es “Desprolijo”, un programa de rock que me permitió conocer otras formas de hacer periodismo y salir de lo clásico.
- ¿Qué objetivos tenes a futuro?
Seguir dando pasos, revisarme todo el tiempo y ver qué hacen los demás para encontrar el ámbito que me permita crear un contexto mejor del actual. Busco la posibilidad de trabajar con gente mejor que yo para aprender; siempre he elegido esa vara.
Aunque no me hallo con los nuevos formatos innovadores, voy leyendo y aprendiendo para encontrar un equilibrio que me permita dar ese salto porque me seducen. Mientras tanto, despunto el vicio en un blogcito (diebustos.wordpress.com) que es una caricia al alma, me permite saltar por todo lo que me gusta sin dar demasiadas explicaciones.
- ¿Qué te genera el amarillismo?
Cerramos con polémica. Se hace buen periodismo o se hace periodismo malo. Cuando era estudiante, Crónica era grasa amarilla y Clarín/TN era buen periodismo. Hoy TN es mucho más ridículamente alarmista que aquel Crónica; que no sé ni cómo describirlo, quizás como entretenimiento.
Siempre digo una frase estúpidamente provocadora que la repito mientras más pasa el tiempo: el periodismo es periodismo, sólo los mediocres lo ven de colores.
Si todavía no recibís las noticias de PRIMERA PLANA en tu celular, hacé click en el siguiente enlace https://bit.ly/3ndYMzJ y pasarás a formar parte de nuestra base de datos para estar informado con todo lo que pasa en la ciudad y la región.