En esta ocasión dialogamos con Gustavo, un destacado deportista de nuestra ciudad que tuvo la oportunidad de participar de los Rally Dakar en los años 2012, 2013 y 2015. Él nos cuenta que aproximadamente a los 15 años inició informalmente con las motos y a los 17 empezó oficialmente su carrera deportiva como piloto. Además, es doble de riesgo desde hace 10 años donde ha tenido diversas participaciones en el ámbito cinematográfico. En cuanto a su actualidad, nos destaca que tiene un presente muy bueno junto a una hermosa familia unida y constituida.
- ¿Qué te motivó iniciar en esta disciplina y a qué edad comenzaste?
A los 8 años, con los amigos del barrio de la Plaza 25, solíamos andar en bicicleta y nos íbamos hasta El Rincón, una pista de bicicross que quedaba cerca de la Ciudad Deportiva de Sirio.
Una vez, fuimos hasta allá y había una carrera, en la que participé y me fue muy bien. Desde ahí, empecé a ir todos los fines de semana, medio escapado, porque mis padres no sabían. Hasta que un día, en la verdulería que teníamos mientras yo envolvía huevos, vieron una nota mía en el diario que yo corría en bicicleta.
Además, todos los domingos que había carreras por el Campeonato Argentino de Motocross no me perdía ni una y recuerdo que le decía a mi familia que yo quería estar ahí, del otro lado de la pantalla.
En ese momento, no estábamos bien económicamente y dejé la escuela para comenzar a trabajar y comprarme la moto de carrera que, gracias a Dios, pude comprarla con mi trabajo. Luego, empecé el colegio nocturno, terminé mis estudios y comencé a correr con sacrificio y esfuerzo porque los recursos eran muy difíciles.
Fueron comienzos muy duros, pero también con mucha enseñanza para el deporte y la vida.
- Según tu punto de vista, ¿la tecnología cambió al corredor? ¿Cómo avanzó la tecnología al respecto?
Hoy veo que están muy pendientes de las redes sociales y creo que tendrían que estar más ocupados en entrenar o pensar de qué manera conseguir un mejor rendimiento, pero tal vez eso lo digo porque en mi época no había redes sociales y quizás yo hubiese hecho lo mismo. Pero hay un excelente nivel de pilotos y ni hablar a nivel internacional. Considero que son muy buenos en cuanto a lo tecnológico, pero les aconsejaría que no se olviden del esfuerzo y el compromiso que conlleva ser un buen deportista.
La tecnología avanzó mucho e hizo que las motos se mejoren, entonces, al avanzar las motos los pilotos obviamente se tuvieron que poner acorde a lo que mejoraron todos los fierros.
- ¿Qué es lo que más destacas de tu participación en el Dakar?
Destaco el cariño y el apoyo de toda la ciudad, de todas las personas que fuimos parte de este proyecto y de quienes nos acompañaron en este hermoso, duro y peligroso desafío.
¿Qué recuerdo tenes del recibimiento que te hizo la gente de la ciudad al volver de la competencia?
El recuerdo del recibimiento de la gente de Pergamino, después de culminado el Dakar, creo que fue una de las mejores cosas que me pasó en la vida. Ese disfrute lo tengo guardado en mi corazón y siempre estoy agradecido por todo el cariño, el amor y la buena energía que me brindaron. Fue maravilloso; desde la entrada a la ciudad hasta lo que se armó en la Plaza 25, mi plaza, siempre digo que es como el patio de mi casa, ahí nací, me crié y me formé.
- ¿Qué participaciones has tenido como doble de riesgo?
Entre las que destaco están: “Peligrosa Obsesión”, con Pablo Echarri y Mariano Martínez, que me genera un lindo recuerdo por lo vivido y por las posibilidades que me dio. También en “Diarios de motocicleta”, con Rodrigo de la Serna y Gael García Bernal; “Imaginando Argentina” con Antonio Banderas, “Nueve reinas” un hito a nivel nacional e internacional y que su director, Fabián Bielinsky, me dio una gran oportunidad, que en paz descanse.
A su vez, trabajé en “Chiquititas”, “Campeones", entre otras. Y, en cuanto a los comerciales, participé para una marca de lubricantes doblándolo a Beckham.
Aun así, la que me genera una gran felicidad y el mejor recuerdo que me voy a llevar a la tumba, fue cuando conocí a Diego Armando Maradona. Estuve con él en un ascensor para el segundo capítulo de “La noche del 10”, donde trabajé con mi hermano y un gran equipo de amigos en la que hicimos una escena maravillosa.
Fue una gran experiencia la de esa noche, cuando estuve mano a mano con Diego me quedé paralizado y ni siquiera pude hacerle firmar la placa de la moto, pero estoy muy feliz por esa posibilidad que me dio la vida.
Nunca imaginé el poder entrar a ese mundo, fue una de las tantas puertas que me abrió el deporte y, al día de hoy, mantengo una gran amistad con la empresa.
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