Como es de público conocimiento, Pergamino es una de las mejores ciudades en cuanto al sector agropecuario. Es por ello, que el trabajo en el campo es moneda corriente en esta zona y de ahí es donde emergen personalidades como la de Juan, el cuál define su trabajo en la ruralidad como una constante libertad.
Él es de la ciudad vecina de Rojas y, con el tiempo, se estableció en nuestra ciudad a causa de la agrimensura y su vida junto a su esposa que también trabaja aquí.
En esta oportunidad, conoceremos más de cómo fueron sus comienzos en su profesión, cómo ha evolucionado y sobre los objetivos que tiene a futuro en su vida.
¿Cómo es tu presente y qué destacas de él?
Hoy me encuentro en una situación estable y tranquila. Estoy bien y establecido en el mercado de Pergamino y en ciudades como: Colón, Rojas y Salto.
Como somos pocos acá, trabajo siempre hay y tratamos de brindar el mejor servicio posible, aunque también dependemos de la administración pública, somos el nexo entre ellos y la sociedad. A veces, los tiempos no son los más rápidos, pero seguimos siendo responsables y siempre con buena onda.
La gente entiende que si las cosas se hacen a las apuradas pueden existir errores y por eso hay que dedicarle más tiempo. Por suerte, tenemos una buena devolución de las personas.
¿Cuál fue tu motivación y cómo fueron tus comienzos en tu profesión?
Estuve a punto de dedicarme a la Lic. en Física, pero no tengo mucha paciencia para enseñar y dedicarme de lleno a la investigación. Yo soy de Rojas y, por los años 90 mientras estaba en una escuela técnica, hablé con un agrimensor que me explicó un poco de su trabajo en otros países y que había un gran mercado laboral afuera, en ese entonces yo buscaba algo que tuviera buena salida laboral y ahí encontré en la agrimensura un punto intermedio, mezclándolo con matemática, geometría y álgebra que siempre me gustó mucho esa parte.
Esta profesión tiene su parte nómade con un montón de abanicos y posibilidades, ya que intervenimos en las rutas, en la topografía, las empresas, GPS y un montón de tecnología aplicada, no sólo la parte legal que quizás es lo que la gente más conoce o lo que a la mayoría se dedica. El trabajar con tecnología fue lo que me motivó inicialmente cuando cursaba el primer año.
¿Cómo se desarrolló tu carrera y cómo fue tu evolución en el rubro?
Antes de recibirme, trabajé en Catastro de Rosario junto a otro agrimensor, en la dirección provincial. Siempre tuve la idea de volverme porque el día a día allá nunca lo quise, por ende, cuando me recibí, volví a Rojas y luego de un tiempo me llamaron de la Municipalidad por una vacante que iba a concurso de la Secretaría Vial, para caminos rurales, que fue un lindo desafío porque tuve a cargo empleados y porque al principio me costó por el deterioro de las maquinarias. Aunque las adversidades fueron parte del desafío, lo saqué adelante gracias a también a mis compañeros con los cuales estoy siempre agradecido.
Luego me fui a Pergamino porque mi señora empezaba a trabajar acá, ella es biotecnóloga y hoy se encuentra en el Instituto Maiztegui. En el 2009, conocí a Alfredo Solimando, un gran hombre que estaba por jubilarse y comenzamos a trabajar juntos, pegamos buena onda y me hice cargo de su estudio.
Con el tiempo, varios de mis colegas se jubilaron por lo que empecé a tener cada vez más trabajo y conseguir una mayor estabilidad en la ciudad.
¿Qué es lo que más aprecias de tu profesión?
Una de las cosas que más valoro es que es muy versátil, por ahí tengo tiempo de estar en la oficina, atender gente, hacer home office y en otras ocasiones salir a medir, andar por los campos, en casas y en otras ciudades. Me da una libertad que otras profesiones no lo dan, ya que no tengo que estar siempre en el mismo espacio.
¿Qué objetivos tenés a futuro?
El objetivo próximo es disfrutar un poco más de la profesión porque, como te contaba, el depender de tiempos y de ser un nexo entre la sociedad y la administración te conduce a una vorágine del día a día que te arrastra y te saca tiempo para otras actividades. Es por ello que no quiero sacarle espacio de mi vida para dedicarle más a la profesión y ahora reduje un poco las horas de atención y me concentro en disfrutar y en priorizar más la tranquilidad.
Otro de ellos es la parte social, tratar de devolverle algo a la sociedad y contribuir al desarrollo a través de instituciones públicas. Algo hemos hecho con los programas sociales, todo lo que sería loteos y luego continuar con la urbanización de zonas donde, por cuestiones de costos, el Estado no llega.
Esos son mis objetivos a futuro, mientras tanto sigo firme en la oficina y en el campo.
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