Santiago es un pergaminense que tiene mucha devoción y dedicación por su trabajo. Él es un psicólogo con más de 25 años de trayectoria y que día a día continúa formándose.
Además, a causa de la pandemia, la virtualidad se volvió en una nueva forma de reinventarse para ayudar a la gente, su objetivo principal. Es por ello que en su instagram (@ps.santiagogomez), en su página (www.pssantiagogomez.com.ar) y en Spotify brinda información para mejorar la salud mental de sus pacientes y de las personas que estén interesadas en la terapia cognitiva conductual.
En diálogo con él, nos cuenta más acerca de cómo desarrolla su trabajo diariamente y de la importancia que tiene en la sociedad.
- ¿Cuál fue tu motivación para estudiar psicología y cómo fue tu evolución profesional?
Todo comenzó en la secundaria cuando teníamos “Psicología” y nos enseñaban conceptos sobre análisis transaccional. En aquel momento, empezó a surgir mi entusiasmo sobre esta teoría y otras más.
Luego, en 1989, comencé mis estudios de psicología en Rosario. En aquel momento, la orientación era principalmente el psicoanálisis y estudiaba mucho Freud y Lacan. Al principio estaba fascinado, pero en cuarto año sufrí una crisis cuando me planteé cómo implementar esta teoría con los pacientes, ya que me parecía “muy abstracta” y compleja para llevar a la práctica.
Ahí es cuando aparece la terapia conductual y recuerdo que me sentí identificado por dos razones: porque habla en el mismo idioma que la gente y porque cuenta con técnicas de probada eficacia para ayudar a que las personas puedan modificar y cambiar conductas que los perturban.
Mientras cursaba, me formé junto a Mirta Granero en terapia cognitiva conductual y posteriormente como educador y terapeuta sexual.
En el 94, me recibí con 23 años y continué con mi formación en la Asociación Argentina de Trastornos de Ansiedad. Un año más tarde, comencé a trabajar como psicólogo dedicado a problemáticas relacionadas con la ansiedad y, en el 96, formé parte del grupo de autoayuda “Crecer” que funcionó durante 10 años en Pergamino y que se creó por la iniciativa de una persona recuperada de fobia.
Todavía continúo formándome y he participado como expositor en jornadas y congresos nacionales y latinoamericanos de terapia cognitiva, ansiedad y sexología.
Además, hace 13 años que soy el director científico del Centro de Psicología Cognitiva que está formado por un grupo de terapeutas de esta rama que se especializan en diferentes problemáticas psicológicas.
Actualmente, tengo el honor de formar parte de la Comisión de Ética del Colegio de Psicólogos de Pergamino.
- ¿Para qué y cómo elige el psicólogo el tipo de corriente con la que trabajará el resto de su vida?
En la actualidad existen muchas teorías o enfoques terapéuticos. Aunque la gran diferencia se encuentra en la efectividad de las técnicas que se utilizan en el abordaje de las diversas problemáticas.
El psicólogo tiene que elegir una corriente que será el lugar desde donde va a escuchar al paciente. Además, el lugar de la escucha es lo que marca la gran diferencia entre hablar con un amigo (que nos va a escuchar con afecto y desde su subjetividad) y la escucha que realiza un psicólogo, que lo va hacer desde un enfoque científico.
- ¿Nos podrías explicar en algunas palabras en qué consiste la terapia cognitiva-conductual y algunas de sus características?
La terapia cognitiva pertenece a la psicología científica o basada en la evidencia, ya que justifica sus resultados mediante la investigación produciendo técnicas de comprobada eficacia, como así también incorpora recursos terapéuticos de otras teorías que han demostrado un alto grado de efectividad en el abordaje de las distintas problemáticas.
Uno de los principios de la terapia cognitiva es que “no son los hechos del exterior los que nos perturban, sino como las personas interpretamos y procesamos las diferentes situaciones de acuerdo a nuestros pensamientos”.
Por ejemplo: hay personas que se encuentran bien de salud, pero tienen miedo a que algo malo les suceda cuando tienen síntomas físicos a causa de la ansiedad excesiva. Estas distorsiones cognitivas, que son interpretaciones erróneas por pensamientos negativos, aumentan los síntomas físicos de ansiedad y el miedo. A ello, la terapia cognitiva cuenta con técnicas eficaces para ayudar a que puedan modificar estos pensamientos generadores de ansiedad por otros más saludables.
- ¿Qué objetivos tenés a futuro?
A través de los diferentes recursos tecnológicos continuar ayudando a las personas de habla hispana que padecen ansiedad excesiva a que puedan tener mejor calidad de vida.
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