Al ingresar a la ciudad de Ramallo, al norte de la Provincia de Buenos Aires, el visitante podrá palpar la inquietud de sus pobladores y leer carteles que aluden a la difícil situación que atraviesa la compañía maderera, Fiplasto.
Un pasacalle describe la situación límite de la empresa. «No al cierre de Fiplasto», una situación que, de suceder, dejaría a decenas de trabajadores en la calle y a la dirección de la empresa sin poder cumplir con sus promesas de inversión realizadas cuando adquirió la compañía.
El grupo inversor que tiene a Marcelo Mindlin, principal directivo Pampa Energía y del Grupo Emes, también como uno de sus principales accionistas, adquirió Fiplasto hace más de un año, en septiembre de 2023, al grupo de origen alemán FV, especializado en griferías y tuberías para calefaccionar hogares, y lo hizo, impulsado por los activos forestales de Fiplasto con la convicción de posicionar a la empresa en una etapa global de respeto por la naturaleza.
Uno de los comunicados explicaba que los adquirientes «reafirman su compromiso de invertir en el país con su mirada estratégica a largo plazo, siendo esta su primera inversión en el sector industrial maderero y forestal, recurso estratégico para cumplir con su compromiso de carbononeutralidad en 2050″.
El problema es que el año 2050 resulta una quimera muy lejana para la actualidad de la empresa y en el sector del trabajo y de la política especulan que no habrá 2050, si previamente no se aseguran las operaciones para el 2025.
Recientemente, todos los bloques que componen el Concejo Deliberante de Ramallo acordaron aprobar un proyecto de resolución para manifestar la preocupación ante los despidos que se registraron en la empresa Fiplasto.
El presidente del cuerpo legislativo, Adrián Lescano, sostuvo que «se ha acordado con todos los bloques unificar los proyectos presentados para que salga como uno propio del cuerpo. Es un gesto de acompañamiento hacia los despedidos, que son vecinos de Ramallo, y la manifestación de preocupación sobre lo que está pasando. Estamos en un momento complejo en todo el distrito, en cuanto al sostenimiento de los puestos y tenemos que estar al lado de los trabajadores».
Ya a mediados de año, iProfesional tomaba nota de la crisis de la empresa. En junio, la maderera decidió detener su producción durante todo el mes, debido a una disminución significativa en las ventas de los productos que fabrica.
Antes de esta medida, fuentes sindicales especificaron que se habían suspendido turnos y reorganizado al personal, para tareas de limpieza y pintura durante el día, mientras que al turno nocturno se le respetó el salario a pesar del freno en la producción.
Pero el invierno transcurrió y las malas noticias continuaron. Se abrió un proceso preventivo de crisis en el ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires y la caída en las ventas durante el comienzo del 2024 de clientes de Fiplasto como Coca Cola y Quilmes, retrajeron su producción.
En Fiplasto, se producen las tarimas de madera para el transporte de bebidas embotelladas.
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