Tema complejo, facultades difusas, y resultados espantosos en Pergamino. El actual esquema le deja puertas y ventanas abiertas para escapar tanto al municipio como a la provincia. Muchos reclaman abordaje y soluciones que por supuesto no van a llegar con el actual sistema.
La seguridad es seguramente unos de los temas más complejos de resolver, pasaron gobernantes de todos los colores y nadie pudo llevarla a niveles aceptables. O los funcionarios fueron incapaces y sus políticas inútiles o el problema es más grave y complejo de lo que parece.
Desde hace muchos años la seguridad viene encabezando el ranking de preocupación para la mayoría de los argentinos, siempre estuvo en el podio. Los debates que percibimos, exacerbados en campaña, casi siempre resultan pocos serios y en algún caso hasta tribunero: mano dura o mano blanda, bajar o no la edad de imputabilidad, hacer o no la alcaldía.
Dichos dilemas no conforman más que una agenda mediática pre-producida que puede llegar a mostrar soluciones rápidas, mágicas y por supuesto cargadas de demagogia.
Para algunos se resuelve con plomo, para otros con educación, trabajo y oportunidades. es imposible abordar seriamente el tema cuando el debate se estanca en esos términos.
Sinceramente no veo a dirigentes con capacidad y/o voluntad para resolver el tema, indudablemente la seguridad está asociada a la realidad socioecómica y por supuesto a la geografía por nombrar tan solo algunos de los muchos elementos que la componen.
Claramente hay zonas más críticas que otras y en cada lugar el delito tendrá características propias y gravedad diferente. La provincia de Buenos Aires mantiene un esquema antiguo e ineficiente que nadie se atreve a modificar y claramente resulta uno de los principales problemas.
El régimen laboral de la fuerza, (24 x 48) supone que la demanda de presencia va a ser siempre la misma, todos los días, a toda hora, y en todo lugar. Un disparate histórico que nadie se atrevió a modificar en 42 años de democracia.
Nuestra ciudad, como casi todas en la provincia, debió comenzar a involucrarse con la seguridad hace ya unos cuantos años, los intendentes en aquel momento no tuvieron muchas opciones y debieron comenzar a asumir el previsible costo político junto a nuevas y mayores facultades en cuestión de seguridad.
Fueron tomando mayores responsabilidades, comenzaron aportando algunas patrullitas y hoy ponen y sacan comisarios, hasta le ordenan donde y como intervenir.
Más allá del debate sobre sobre quien es el responsable directo, la situación no ha mejorado, se ha agravado. Incluso en nuestra ciudad se han naturalizado algunos delitos a tal punto de no denunciarse como el robo de bicicletas y teléfonos en la vía pública, por ejemplo.
La gestión Martínez es mala en materia de seguridad, desconoce el término prevención, aunque tiene una legitima vía de escape, la provincia le sigue otorgando argumentos para justificar su incapacidad.
El partido de pergamino tiene 2950 km2 de superficie y 114.000 habitantes, cuenta con 296 efectivos de los cuales con suerte trabajan 100 por día. (un efectivo cada 1000 habitantes)
Sobre la utilización de esos recursos se abre otra discusión, una situación puntual que desnuda la incapacidad del gobierno municipal: si se cuenta diariamente con 100 policías y 50 de ellos de ellos son enviados a cubrir una manifestación, con escaso o nulo potencial de conflicto, la mitad de Pergamino queda desamparada. Sobre que hay poco se utiliza mal.
Como atenuante ante la incapacidad podemos comparar Pergamino con Junín, ciudad con menos superficie, menos habitantes, pero con 700 efectivos, más del doble de los 296 que prestan servicio en nuestra ciudad.
También San Nicolás resulta una ciudad comparable en cuanto a la asignación de recurso humano: tiene 800 efectivos, casi el triple de la cantidad asignada a Pergamino para cubrir una superficie considerablemente menor, aunque en este caso con mayor densidad poblacional.
Seguridad, tema complejo, facultades difusas y resultados espantosos en nuestra ciudad, aunque el actual esquema deje puertas y ventanas abiertas para escapar, tanto al municipio como a la provincia.
En definitiva, las dos conservan vías de escape al momento de asumir responsabilidades, la provincia no reconociendo que las políticas de seguridad no han sido eficientes, mientras en Pergamino se continua sin políticas publicas serias, sin planificación ni gente capacitada.
La situación es compleja, el futuro aún más. Los pergaminenses afectados por la inseguridad continúan pidiendo abordaje y soluciones, que por supuesto no van a llegar con el esquema actual.
Leo Velasco - periodista de Radio Mas
Fuente: datos aportados por jefatura departamental al diario “El Tiempo “.
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