Un fletero de Bahía Blanca, al frente de la empresa familiar “Fletes Moni”, se negó a realizar un trabajo en el barrio privado Pago Chico, ya que en ese lugar no lo dejan entrar con su “compañero”, su perrito Quinoto.
El barrio se encuentra sobre la ruta provincial 229, camino a Punta Alta, por lo que el viaje seguramente resultaba redituable. No obstante, el trabajador dejó en claro que la fidelidad del vínculo con su perro supera cualquier ganancia.
De acuerdo a una conversación a través WhatsApp con un cliente que se volvió viral, el fletero bahiense dijo que a Quinoto “no lo deja por nada, a menos que él se quiera quedar”.
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