Las estafas virtuales no paran de crecer en Argentina. Una de las modalidades más peligrosas volvió a circular esta semana: se trata del engaño de la falsa multa de tránsito.
Este fraude no solo compromete la seguridad de tu dispositivo, sino que también roba información financiera sensible, como los datos de tus tarjetas de crédito.
La estafa, conocida desde hace años, no es más que un nuevo caso de suplantación de identidad: los ciberdelincuentes envían un mensaje de texto con un aviso en el que le indican a la eventual víctima que debe pagar una multa por haber excedido un límite de velocidad o por mal estacionamiento.
El mensaje incluye un enlace que supuestamente dirige a la página oficial del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, o de la Provincia.
Sin embargo, el link lleva a una página web falsa, que imita la apariencia de sitios oficiales, pero está diseñada para extraer información confidencial de los usuarios, como contraseñas, datos personales y los números de las tarjetas de crédito.
El SMS de la estafa intima a los supuestos infractores con la advertencia de pagar a tiempo para conseguir una importante quita en el monto de la multa y evitar la acumulación de intereses.
Esta “oferta” busca generar urgencia en las víctimas para que actúen rápido, sin pensar demasiado sobre la veracidad del mensaje y para aprovechar el descuento.
El engaño se basa justamente en esa urgencia y la confusión generada por el mensaje intimidante. Así, las víctimas hacen click y, en el apuro, no detectan las señales e ingresan sus datos en la web fraudulenta, que son capturados por los ciberdelincuentes y les sirven para hacer compras online y hasta ingresar en los homebanking y billeteras virtuales.
Si recibís un mensaje de texto sobre una multa, verificá su autenticidad directamente con el organismo que supuestamente la emitió. Las autoridades nunca envían notificaciones de multas por SMS ni correo electrónico.
Los enlaces incluidos en los mensajes de estafa suelen llevar a sitios web falsos que imitan la apariencia de sitios oficiales. Nunca hagas click en enlaces que no sean de fuentes confiables.
Nunca ingreses datos personales o financieros en sitios web que no sean oficiales o de confianza. La urgencia generada por el mensaje es una táctica para que actúes sin reflexionar ni pensar lo que estás por hacer.
Asegurate de que el mensaje provenga de una fuente oficial. Los remitentes falsos pueden imitar direcciones de correo electrónico o números de teléfono que parecen legítimos pero no lo son. Incluso, agregan una foto de perfil con un logo oficial, que no es garantía de nada.
Activá métodos de autenticación seguros, como autenticación de dos factores (2FA), y acceso biométrico, que no dependan de SMS, para proteger tus cuentas, apps y perfiles.
Asegurate de que tu dispositivo móvil y los navegadores estén actualizados. Esto detecta y arregla vulnerabilidades que puedan ser explotadas por los estafadores.
Si sospechás que fuiste víctima de una estafa o recibís un SMS sospechoso, denunciá el incidente a las autoridades locales o a las fiscalías especializadas en ciberdelincuencia.
Tenés diferentes alternativas en todo el país. El primer paso, siempre, es hacer la denuncia en una comisaría y/o en la Fiscalía más cercana a tu domicilio. Llevá toda la información del caso que tengas. También se recomienda comunicarse y hacer la denuncia en:
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