La felicidad no es un ente que se deba perseguir insistentemente, sino un estado asociado a una emoción positiva, según la psicología. Los filósofos dicen que constituye el fin último del ser humano, relacionado más con una forma de caminar por la vida, que con el lugar al cual se llega.
Hugo Sánchez, académico de la Facultad de Psicología (FP) de la Universidad Nacional Autónoma de México, expuso que la felicidad está dada por los eventos y las cosas que satisfacen nuestras necesidades. “Hay que aceptar que es un concepto que debemos construir para intentar disfrutarlo en el momento que aparezca”.
Frente a esto, los economistas y profesores David Blanchflower y Andrew Oswald, analizaron durante un largo tiempo la relación que hay entre la curva de la felicidad y la edad, y concluyeron de que llegados a la madurez, es decir, entre los 40 y los 50 años, las personas mostraban más miedos e inquietudes.
Popularmente, dicha sensación es conocida como la “crisis de mediana edad”. Los economistas aseguran que el ser humano es más infeliz sobre los 47,2 años en los países desarrollados y a los 42,8 años en los países en vías de desarrollo.
“Estábamos tratando de entender los patrones de felicidad humana, y en particular, como estábamos muy centrados en la economía, queríamos saber si el dinero realmente hace más feliz a la gente”, explica Oswald.
La investigación titulada ‘¿El bienestar tiene forma de U a lo largo del ciclo de vida?’, publicada en ‘Science Direct’, asegura que las dos épocas de mayor felicidad en la vida, son la infancia y el momento en que pasa la mediana edad, es decir, después de los 50 años.
Jonathan Rauch, en su libro titulado ‘The Happiness Curve: Why Life Gets Better After Midlife’, explica que a medida que nos hacemos mayores, “nuestros cerebros se vuelven más resistentes al estrés, experimentamos menos remordimientos, somos más positivos, somos emocionalmente menos volátiles, aprovechamos más el momento, conectamos mejor con la gente, e incluso, tenemos cierta protección frente al daño emocional causado por la pérdida de la salud”.
De igual manera, los autores aseguran que al momento de pasar los 50 años de edad, el cerebro de las personas está más receptivo a valorar cosas positivas, haciendo que se disfrute más de las cosas pequeñas y esto tiende a ser una tendencia en todas las personas, sin importar el género, estado civil o la situación económica en la que se viva.
”Algunas personas sufren más que otras, pero en nuestros datos, el efecto medio es amplio. Nadie sabe por qué vemos esta constancia”, afirmó Andrew Oswald, en el estudio publicado en ‘Science Direct’.
Aunque lo expuesto por los economistas, indica que las épocas más felices se viven en la infancia y en la adolescencia y pasada la mediana edad, otra investigación, realizada por la Universidad de Michigan, asegura que los jóvenes son más infelices.
La academia estadounidense menciona que esta investigación se realizó analizando los comportamientos de más de un millón de adolescentes, y asegura que la felicidad de los adolescentes cayó a partir de 2012.
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