Muchas veces nos pasa que después de almorzar, nos da sueño y lo único que querríamos es dormir profundamente, pero debemos quedarnos despiertos, alertas y a punto por si surge alguna reunión importante en la tarde o si hay algún trabajo que haya que hacer rápidamente.
Sabiendo que una larga siesta nos desconcentrará y, además, no tenemos el tiempo suficiente como para llevarla a cabo, nos tomamos un café y esperamos que se nos pase el adormecimiento, pero ahora hay una nueva opción que es utilizada por los astronautas y los pilotos: la siesta de la NASA.
Se trata simplemente de dormir una siesta lo suficientemente larga como para aumentar el rendimiento y el estado de alerta, pero lo suficientemente corta como para no sentirnos aturdidos y desorientados al despertarnos. Basándose en investigaciones realizadas con tripulaciones de largo recorrido, la NASA determinó que los miembros de la tripulación que dormían una siesta de unos 26 minutos al mediodía mejoraban su estado de alerta fisiológica y su rendimiento en comparación con los que no dormían.
“La mayoría de la gente arrastra algún tipo de deuda de sueño: una siesta por la tarde ayuda a recuperar parte del sueño que no se duerme por la noche”, afirma Cassie J. Hilditch, doctora e investigadora estadounidense de la Universidad Estatal de San José, Washington, quien explica que, si la siesta dura unos 20 minutos, es menos probable que se entre en las fases más profundas del sueño, lo que llamamos sueño de ondas lentas y es más probable que se permanezca en las fases más ligeras. Además, señala que las investigaciones más recientes indican que, incluso, 10 minutos de siesta pueden marcar la diferencia.
La clave de una buena siesta en la NASA es despertarse antes de caer en un sueño profundo, incluidas las fases 3 y REM, añade Terry Cralle, estadounidense educadora clínica del sueño, quien añadió: “Si entrás en las fases más profundas del sueño, sufrirás inercia del sueño, que es el aturdimiento que sientes al despertarte. La investigación es muy sólida sobre los beneficios de las siestas cortas, pero creo que en nuestra cultura, durante mucho tiempo se ha considerado la necesidad de dormir como una debilidad o una falta de ambición”.
En tanto, Hilditch dijo que se probaron diferentes tareas que aprovechan distintas funciones cognitivas y el sueño parece mejorar prácticamente todas ellas, a la vez que indicó que dormir entre 10 y 20 minutos puede mejorar la sensación de alerta, pero también el rendimiento objetivo. Algunas formas concretas en las que una siesta ayuda son las siguientes:
Obviamente, nos resultará más fácil hacer una siesta rápida y refrescante al mediodía si trabajamos desde casa, mientras que si estamos en una oficina u otro lugar, Cralle recomienda hablar con un supervisor sobre los beneficios generales de las siestas y preguntarle si es posible crear un espacio en una oficina vacía o en una sala de descanso, donde las personas puedan turnarse para hacerr siestas de 30 minutos, sugiere. La experta dio estos consejos de higiene para las siestas:
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