Dormir y descansar es clave en el día a día, ya que se trata de sinónimo de salud y de poderoso aliado contra el estrés y la depresión. Según asegura la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, dormir le da al cuerpo y al cerebro tiempo para recuperarse del estrés del día, ayudándonos a sentirnos más alertas y optimistas y a tener una mejor relación con nuestro entorno.
Un estudio realizado por la Universidad Monash de Australia, la Universidad de Manchester y el Hospital Brigham and Women’s de Boston reveló que la consistencia en los horarios de sueño es más importante que la cantidad de horas dormidas. Es decir, que la clave es acostarse y levantarse aproximadamente siempre a la misma hora.
Un equipo de investigadores liderados por el neurofisiólogo Manuel de Entrambasaguas se basó en el análisis de los patrones de sueño de más de 500.000 personas, con edades entre los 40 y 69 años, en el Reino Unido. Los resultados destacan que una rutina estable para acostarse y despertarse beneficia tanto la salud física como la mental. Y es que según descubrieron, seguir un horario regular para dormir además puede disminuir el riesgo de muerte prematura entre un 20 y un 40%.
Por el contrario, dormir de manera irregular, con unos horarios completamente aleatorios, se asocia con un aumento en el riesgo de enfermedades graves, como las afecciones cardiometabólicas. Este estudio pone de manifiesto que, al igual que sucede con el entrenamiento físico, la implementación de una rutina fija para dormir ayuda al reloj biológico con los ritmos circadianos, favoreciendo un descanso más profundo y natural.
Por ello, De Entrambasaguas, neurofisiólogo experto en medicina del sueño del Hospital Clínico de Valencia, explicó cómo pueden afectar a la salud los turnos rotativos de trabajo: “Lo que es más destructivo es la variabilidad, un día hago turno de mañana; a los dos días, de tarde; luego tres días de noche… Lo ideal es un horario ordenado para que mi cuerpo se habitúe”.
Jana Fernández, autora del libro Aprende a descansar, señala: “Necesitamos vivir de día y dormir de noche para sincronizar el reloj biológico, pero los horarios laborales y los sociales han alterado también este reloj biológico”. Tanto Entrambasaguas como Fernández recomiendan no alterar los horarios de sueño durante los fines de semana, ya que cambiar los patrones de descanso puede afectar negativamente los ritmos circadianos y reducir la calidad del sueño. «La rutina tiene que ser de lunes a domingo. Nuestro cerebro no sabe si es festivo o nos hemos acostado más tarde, y eso es lo que provoca los desajustes», asegura Fernández.
La Fundación Española del Corazón asegura que dormir bien tiene efectos muy positivos en el organismo. En concreto, establece seis beneficios:
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