En pocos meses llegarán los días de calor y con ellos la problemática que año tras año aqueja a miles de vecinos de la ciudad que se ven afectados por la falta de presión de agua en sus domicilios.
De todos modos, no se trata de una dificultad relacionada sólo con las altas temperaturas ya que desde hace unos cincos años la situación perdura durante los 12 meses y el suministro se fe afectado en muchísimos barrios.
El agua es cada vez más escasa y la red está trabajando al límite, el que se excede bastante seguido. En la ciudadanía se instaló la necesidad de tener que preservar el recurso natural pero las soluciones no llegan. Entonces, desde hace tiempo la primera opción para justificar la baja presión o el faltante es responsabilizar exclusivamente a los vecinos y vecinas.
“Hace 30 años que vivo acá; antes era excelente la presión, obviamente que con el crecimiento de la cuidad bajó a lo que era 10 años atrás. Pero estos últimos años se fue agravando la baja de presión. Y estos últimos 2 o 3 fue un desastre”, contó Juan Manuel, un vecino del Barrio Desiderio de la Fuente a PRIMERA PLANA. Y siguió relatando que cuando comienzan los meses de calor “ya la presión es nula y se mantiene así durante todo el verano”.
Además, durante los meses de invierno, en el sector deben utilizar una bomba presurizadora para poder alimentar el tanque que está sobre la vivienda. “En verano ni para alimentar la cisterna que tenemos a nivel del piso tenemos presión”, se quejó.
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El reclamo explotó en el Barrio Desiderio de la Fuente en los últimos días porque empezaron a colocar medidores de agua. La instalación arrancó sobre calle Jujuy, en su intersección con Colombia y hasta la Avenida Hipólito Yrigoyen.
Si bien es cierto que el compromiso en el uso de la red de agua potable involucra a todos los pergaminenses y que hubo muchos usuarios desaprensivos o negligentes, también es real que es un deber del Municipio efectuar los controles correspondientes para evitar el derroche.
Los operarios que realizaron la instalación son los que les informaron a los vecinos de lo que estaba ocurriendo. “Ellos fueron los que me dijeron que estaban colocando los medidores y que luego nos iba a llegar la factura como el de la luz”, sostuvo.
Además indicó que durante la jornada, una persona del Municipio recorrió el barrio tomando fotos de los trabajos, a quien Juan Manuel le preguntó “de quién había sido la brillante idea de colocar medidores en un barrio donde la presión de agua es malísima, y esa persona directamente no me contestó; me ignoró completamente”.
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La disconformidad entre los vecinos se agrava día a día y no se descarta que al igual que el año pasado comiencen a realizarse reuniones barriales en el Club Desiderio de La Fuente.
El vecino cree que la medida puede ser una represalia por los reclamos del año pasado. “En todo caso hubieran arrancado con los barrios donde la presión es óptima, y da lugar al derroche. En cambio, acá no tenemos ni para llenar la mochila del inodoro y nos ponen medidores; parece una cargada”, aseguró.
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