El fallecimiento de dos mujeres simbólicas de Pergamino causa un profundo dolor en distintos estamentos de la comunidad.
Se trata de María Angélica Ramella, una destacada exprofesora de educación física y María Cristina Ruffini, “Mary”, reconocida artista y licenciada en psicopedagogía. Ambas mujeres dejaron un legado significativo a través de su trabajo y dedicación a la comunidad.
María Angélica tenía de 66 años, pertenecía a una tradicional familia pergaminense y tenía estrechos vínculos con el ámbito de la medicina. Fue una figura incansable en la lucha por los derechos de las personas con discapacidad. Como titular del Consejo Municipal del Discapacitado, trabajó arduamente para mejorar la calidad de vida de esta población. Además, lideró la Fundación Arcas de Amor, una organización que contribuyó enormemente al desarrollo y apoyo de muchas personas con discapacidad en la región.
Su dedicación y compromiso dejaron una huella imborrable en todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla y trabajar con ella.
Era mamá de Juan Bautista y María Luz, hija de Angélica Irma y hermana de Tomás, Julio, Gabriel y Federico.
Por otro lado, la ciudad también lamenta profundamente la muerte de María Cristina “Mary” Ruffini, una artista talentosa y profesora de renombre.
Era licenciada en Psicopedagogía y su carrera estuvo marcada por su pasión por el arte y la educación. A lo largo de los años, se destacó por su capacidad para inspirar y educar a las nuevas generaciones, transmitiendo no solo conocimientos, sino también valores y amor por el arte. Su legado como docente y artista sigue vivo en las muchas vidas que tocó y en las obras que creó.
“‘Mary’ querida, anduviste por Malvinas, Antártida y hoy se te ocurrió la nueva aventura de indagar la eternidad. Cómo siempre con audacia y felicidad”, la despidió Jorge Sharry en sus redes sociales.
“‘Mary’, en nuestra sala de ensayos habrá una silla para vos, así jugamos a Jettatore o dejamos que las mariposas sigan siendo libres”, agregó.
“Siempre tan apurada -siguió Sharry- te fuiste sin despedirnos, pero vos sos de las que saben el porqué de cada cosa”. Y concluyó: “Aquí estamos, en el hasta siempre, reencontrando tu alma en el infinito, ese que dibujaste en cada acto de tu vida.
“Gracias, ‘Mary’, por habernos acompañado tan serenamente y hasta pronto”.
María Cristina Ruffini tenía 77 años y estaba casada con
Pier Lasagna. Era madre de Mauro y Franco y abuela de sus “Sofi”, “Santi”, “Toto” y “Nacho”.
La partida de María Angélica Ramella y “Mary” Ruffini deja un vacío profundo en la comunidad, pero sus improntas y contribuciones perdurarán en el tiempo.
Serán recordadas por su dedicación, amor y esfuerzo perseverante por hacer de la comunidad pergaminense un lugar mejor para todos.
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