“Imaginamos un lugar histórico donde la gente se interese por ir, un centro cultural, donde la gente pueda conocer a Atahualpa Yupanqui”, dijo con una carga importante de optimismo Daniel Randazzo de la Fundación Yupanqui, institución creada por el mismísimo Atahualpa hace algo más de 30 años y que persigue el objetivo de defender su legado.
En ese marco, administran la propia vivienda que el artista tuvo en el Cerro Colorado, donde aún descansan sus restos junto al de su amigo Santiago “El Chúcaro” Ayala, el gran bailarín.
El tema no es nuevo, pero volvió a la palestra cuando el programa Pan&Circo de RADIO MÁS (106.7) dio a conocer la noticia sobre la puesta en venta el lugar. Allí comenzaron las averiguaciones, los comentarios y finalmente el tema se desempolvó, ahora la Fundación se reunirá con Javier Martínez vía Zoom.
Ese encuentro permitirá presentar un proyecto para salvar lo que queda de la vivienda en la que permaneció Atahualpa entre 1910 y 1917 aproximadamente, mientras su padre era Jefe de la Estación de Trenes de Juan Andrés de la Peña.
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“Tenemos contactos con el Delegado del pueblo, con el Ministerio de Cultura de la Nación y de Provincia, también con el Ministerio de Producción; además hay entidades como SADAIC; Argentores, el INAMU, entre otros que pueden tener intereses para que esto funcione”, aseguró Randazzo, quien anticipó que el primer encuentro con el Intendente será para aportar ideas.
El delegado de Peña, Luis Monthieu está muy interesado y confirmó que Atahualpa nació en el Campo de la Cruz, que está a 2.000 metros del pueblo. Allí había un fuerte y un almacén de ramos generales que ya sólo perdura en los recuerdos. “El padre era ferroviario y estaba a cargo de la estación, y la familia vivía justo ahí enfrente. Yupanqui vivió en ese lugar entre los 2 y los 7 u 8 años. Luego se fue a Junín y la historia ya es por todos conocidos”.
Fue el propio delegado quien aseguró que el Kolla Chavero, hijo del afamado artista reconoce a la casa como la que habitó su padre y además aseguró que donaría objetos que pertenecieron a “Don Ata”.
“Hace falta voluntad de la comunidad. La Fundación va a aportar contenido. Tiene que ser un proyecto a largo plazo, abarcador, un trabajo colectivo y comunitario, que aporte al desarrollo social de la región”, aseveró Daniel Randazzo.
Sin dudas para el logro del objetivo faltará todo eso, y sobre todo, capital. Vale recordar que la única placa que reconoce el espacio fue colocada por una institución de San Nicolás.
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