Una mujer de 34 años fue retenida contra su voluntad, amenazada con un arma y obligada a consumir estupefacientes en una vivienda del barrio Jorge Newbery, luego de haber concurrido al lugar para comprar droga. El caso, investigado por el fiscal Alejandro Pellegrinelli, derivó en un allanamiento, la detención de una mujer y el secuestro de cocaína, marihuana y teléfonos celulares.
De acuerdo con la investigación del Gabinete Técnico Operativo de la comisaría 12°, el pasado 12 de octubre, la víctima había ingresado a una casa ubicado en República Árabe Siria al 2700, entre Rawson y Garay, donde fue retenida por una mujer y al menos otras personas. En el interior, le sustrajeron sus teléfonos celulares y, bajo amenazas con un arma de fuego, la obligaron a consumir sustancias estupefacientes.
Los agresores también la forzaron a grabar un audio de WhatsApp dirigido a su familia, en el que pedía 70 mil pesos para ser liberada. El dinero fue transferido a una cuenta bancaria cuya titularidad fue posteriormente identificada por los investigadores.
Horas después, personal policial halló a la víctima totalmente desorientada en la vía pública, en la esquina de Canadá y Alberti. Tras recabar testimonios, material digital y realizar tareas de vigilancia, la fiscalía solicitó una orden de allanamiento para el domicilio donde había ocurrido el hecho.
Durante el operativo realizado el lunes a la tarde, los efectivos aprehendieron a una mujer de 33 años y secuestraron cinco teléfonos celulares, uno perteneciente a la víctima, además de 32 envoltorios con marihuana (22,3 gramos), un trozo adicional del mismo material y un envoltorio con 1,1 gramos de cocaína, junto con recortes de nylon usados para el fraccionamiento.
El fiscal Pellegrinelli ordenó la formación de la causa por “privación ilegal de la libertad”, “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización” y “hurto”, y dispuso la libertad de la imputada bajo el artículo 161 del Código Procesal Penal debido a que se encuentra embarazada.
Los teléfonos fueron remitidos a pericia para su análisis, mientras que las sustancias incautadas serán examinadas en laboratorio.
Fuentes policiales confirmaron además que la detenida ya había estado implicada en otras causas penales, entre ellas infracción a la Ley de Drogas, encubrimiento de robo de motovehículo y violación de medidas sanitarias durante la pandemia.
La investigación continúa bajo la órbita de la UFI N°5, en busca de determinar la participación de otros posibles implicados en el secuestro y extorsión.
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