Tras haberse aprobado el pasado martes en el recinto del Honorable Concejo Deliberante la privatización del servicio de recolección de residuos, varios barrios vienen experimentando una notable ineficiencia en el servicio, específicamente en lo referido a contenedores, los cuales se encuentran completamente desbordados. Parece que la única solución al respecto, por parte del municipio solamente fue culpabilizar a los vecinos, justificando que los tachos verdes son mal utilizados.
Uno de los casos que llegó a PRIMERA PLANA fue el del barrio La Guadalupe, y otro idéntico se dio en el barrio Jorge Newbery, muy cerca de allí. Ambos barrios coinciden en que están sumidos en un profundo abandono por parte del estado sobre todo en lo referente a infraestructura básica, desde hace años.
Desde barrio Newbery, expresaron que “estamos muy preocupados e indignados porque a pesar de todos nuestros reclamos la Municipalidad se olvida de nosotros”.
Relataron que el día miércoles 19 de febrero “pudimos ver que el recolector de residuos no vació el tacho verde en calle Artigas, estamos hartos de esta situación”.
Desde este grupo de vecinos recordaron que el 28 de noviembre de 2023 se aprobó la realización de obras “urgentes para nuestra salud y bienestar” como la limpieza de basurales a cielo abierto, y la mejora del servicio de recolección de residuos de calles Padre Beti al 600, Damiano y Felipe Ibarra. “Al no tener ese servicio de recolección en esas calles se agrava la situación, porque los tachos verdes no dan abasto. Necesitamos que se realicen las obras aprobadas” destacaron.
Como consecuencia de esto, “estamos llenos de moscas, a pesar de que cada vecino hace lo posible para mantener la limpieza dentro del hogar, los insectos y los malos olores están en el ambiente, esto aunque no parezca puede ser grave y tener consecuencias en nuestra salud y la de nuestros hijos” expresaron con preocupación.
“Es realmente increíble la desigualdad con la que el intendente y las autoridades municipales asignan el presupuesto y dan prioridad a obras de oropel, descuidando la salud y el bienestar de los vecinos y vecinas de los barrios” reconocieron.
“Cuando llamamos al 147 respondieron que ahora se hizo cargo una empresa privada y que si tiene escombros o ramas no se lo van a llevar pero el tacho no tiene nada de eso, solo basura y aun así no se lo llevaron” relataron.
“Nosotros también pagamos impuestos, cumplimos con nuestra parte y necesitamos que el intendente Javier Martinez cumpla con su trabajo y atienda a nuestros pedidos” concluyeron.
En el caso del barrio La Guadalupe, ante la insuficiencia de contenedores y la falta de servicio de recolección, la respuesta fue más insólita aún ya que un vecino al acudir al whatsapp de la línea de atención vecinal 147 la contestación fue que se los podrían retirar por “mal uso”, y al ser un barrio nuevo “como no hay muchos domicilios y estar los contenedores frente a terrenos baldíos generan un basural” porque “hay que colocarlos (a los contenedores) cuando el barrio esté conformado en su totalidad”.
Además tampoco tienen recolección de residuos urbanos ni de voluminosos por lo que todos los desechos se acumulan en un mismo lugar luego de que los perros rompan las bolsas y produce que el barrio quede regado de basura.
Los dos casos coinciden en el mismo reclamo: una verdadera higiene urbana con erradicación urgente de microbasurales y una eficiente recolección de residuos urbanos y voluminosos.
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