Javier Milei volvió a ponerse en modo campaña. Fue este miércoles a la noche, en una cena privada que tuvo lugar en el Yacht Club de Puerto Madero, donde el Presidente desplegó un discurso combativo frente a un grupo selecto de funcionarios libertarios, empresarios y dirigentes de su entorno. Ahí no solo descalificó a sus rivales con un nuevo repertorio de insultos, sino que también se mostró confiado en ganar la pulseada electoral en territorio bonaerense: “Estamos en condiciones de dar un tremendo batacazo en septiembre en la Provincia y en octubre en todo el país”, sostuvo.
El objetivo de la noche era claro: consolidar respaldo político y financiero con vistas a las elecciones legislativas del 7 de septiembre (para cargos locales) y del 26 de octubre (para los nacionales). En ese marco, Milei agitó su enfrentamiento con el gobernador bonaerense Axel Kicillof, a quien volvió a llamar “El Soviético” y acusó de encabezar una estructura enquistada en el Estado. “Tenemos que luchar en la Provincia contra Kicillof y su liga de intendentes para llevar las ideas de la libertad a una ciudadanía que las necesita con urgencia”, lanzó el mandatario.
Como ya es habitual en sus intervenciones ante el círculo íntimo, el tono fue feroz y sin filtro. “¿La crueldad? Sí, soy cruel. Soy cruel, kukas inmundos, soy cruel con ustedes: los gastadores, los empleados públicos, los estatistas, los que les rompen el culo a los argentinos de bien”, dijo en uno de los pasajes más duros. Luego arremetió contra quienes, desde la oposición, intentan “reventar el resultado fiscal” y los calificó de “basuras y ratas inmundas”.
El Presidente aprovechó también para reivindicar el concepto de “ajuste popular”, convencido de que la sociedad ya no ve con malos ojos la motosierra: “Nuestras políticas de ajuste y austeridad son híperpopulares”, afirmó. Y dejó en claro que su proyecto no se agota en la Nación: “Es urgente llevar la motosierra a la Provincia”, arengó.
Entre críticas al peronismo y señales a sus posibles aliados, Milei también envió un mensaje cifrado al PRO y otras figuras que hoy orbitan su espacio. Si bien los invitó a “formar parte del cambio”, les advirtió que quitarle fuerza a La Libertad Avanza “no es una opción” y que hacerlo sería “dársela a la casta”. Mencionó en ese punto a Karina Milei y a Sebastián Pareja, los encargados de las negociaciones para sumar apoyos bonaerenses, y elogió su tarea organizativa.
En la misma línea, sostuvo que enfrentar al aparato bonaerense será difícil, pero no imposible: “El terreno de la Provincia no es fácil. Es un campo hostil, sembrado con trincheras y minas de toda índole para proteger privilegios. Pero estamos acostumbrados a jugar de visitante”, apuntó.
A lo largo de la exposición, Milei también se metió con los gobernadores, a quienes acusó de no cumplir con el Pacto de Mayo y de desoír el pedido de la sociedad de achicar el Estado. “Firmaron un compromiso para bajar el gasto público al 25% del PBI y ninguno hizo el ajuste en su jurisdicción. Le faltaron el respeto a la sociedad que dicen representar”, disparó.
En ese mismo hilo argumental, volvió a descalificar al kirchnerismo, el feminismo y el progresismo en general, replicando las ideas del ideólogo chileno Axel Kaiser, quien recientemente había dicho que esas corrientes de pensamiento generan violencia y tristeza. “Enfrente tenemos unos orcos infumables. Como dice Axel Kaiser: parásitos mentales. Tienen la cabeza llena de todas las porquerías malas”, dijo Milei.
Además, agregó que los opositores actúan por reflejo en contra de cualquier propuesta del Ejecutivo: “Si nosotros decíamos que queríamos vender Aerolíneas, arremetían con que la comprarían. Si prometíamos cerrar el Incaa, ellos crearían uno provincial”. Y remató: “Por default reaccionaban a nuestras acciones como si su mente hubiera sido tomada por parásitos que los privaran de toda razón”.
En el tramo final del discurso, el Presidente se permitió un momento de humor interno, al referirse a la composición de su equipo de gobierno. Dijo que su Gabinete está “talibanizado”, algo que celebró con ironía: “Cuando arrancamos había palomas, bueno, una se escapó… Roma no paga traidores. Después dos halcones y dos talibanes. Hoy está casi todo el Gabinete talibanizado”, dijo, en alusión a la salida de Diana Mondino. También agradeció el trabajo de Guillermo Francos, a quien definió como “el nexo fundamental entre los talibanes y la política”, y destacó a Martín Menem, Karina Milei y Santiago Caputo, a quienes mencionó como piezas clave de su núcleo duro.
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