Salir apurado y dejar todo enchufado es una costumbre más común de lo que parece. Pero, según especialistas en seguridad y eficiencia energética, hay un electrodoméstico que sí o sí deberías desenchufar antes de irte de casa: el microondas.
No se trata solo de ahorrar en la factura de luz. El riesgo de cortocircuitos, incendios y daños en los equipos es real. Muchos aparatos siguen consumiendo energía en “modo vampiro” aunque estén apagados, y eso puede salir caro.
Los microondas no solo gastan energía en reposo, sino que pueden activarse por accidente o sufrir cortocircuitos, sobre todo por la humedad y el calor de la cocina.

La electricista Amanda Nelson advirtió que estos aparatos son más propensos a fallas eléctricas y recomienda desenchufarlos siempre que no se usen.
Estos equipos electrónicos siguen conectados a internet, reciben actualizaciones y están listos para encenderse de forma remota, incluso cuando parecen apagados.
Dejar enchufados televisores, consolas, equipos de sonido y computadoras puede representar hasta el 10% del consumo eléctrico mensual. Además, una subida de tensión puede arruinarlos si no tienen protección.
Las herramientas de calor para el pelo (planchitas, rizadores, secadores, afeitadoras eléctricas) tienen un riesgo extra: pueden recalentarse o prenderse solas si quedan conectadas.
Una falla térmica en estos equipos puede generar chispas o fuego, especialmente en dormitorios o baños. Por eso, desenchufarlas siempre es la mejor opción.

Aunque no los uses, muchos dispositivos gastan electricidad. Ese consumo oculto, conocido como consumo vampiro, puede representar hasta el 10% de la factura mensual, según el Departamento de Energía de EE.UU. Además, dejar los equipos conectados aumenta el riesgo de cortocircuitos y puede dañar los componentes internos.
Además de los tres principales, calefactores portátiles, cargadores, routers y lamparitas LED inteligentes también pueden desconectarse para mejorar la eficiencia energética y reducir riesgos.
Muchos electrodomésticos no están diseñados para uso continuo y pueden acortar su vida útil si quedan conectados todo el tiempo. Además, aumenta la posibilidad de sobrecargas y accidentes eléctricos.
La heladera debe quedar enchufada, salvo que te vayas por más de una semana. En ese caso, conviene vaciarla y limpiarla. El lavarropas puede quedar conectado si no lo usás enseguida, pero es recomendable cerrar la llave de paso del agua para evitar filtraciones.
Sí. Existen zapatillas o alargadores inteligentes y enchufes Wi-Fi que permiten programar cortes automáticos y monitorear el consumo desde el celular. Son ideales para quienes suelen olvidarse de desenchufar.
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