Un nuevo reclamo ciudadano pone en evidencia una problemática que, lejos de resolverse, parece repetirse día tras día en distintos puntos de la ciudad: la falta de respeto por las bicisendas y la ausencia de controles municipales que garanticen su uso adecuado.
Esta vez, la denuncia llegó de parte de una vecina (Loana) del barrio cercano al colegio Marista, quien manifestó su enojo y frustración a través de redes sociales. “Todos los días ponen los autos donde no tienen que ponerlos. Tengo que ir con mi hijo caminando a contramano una cuadra”, expresó con evidente malestar. Y fue más allá: “Lo hago público para ver si tienen un poquito de empatía y ponen los autos donde deberían”, escribió, apelando al sentido común de los conductores y a la responsabilidad de las autoridades.
La situación descripta no es aislada. En diversas zonas de Pergamino, especialmente en sectores con escuelas, centros médicos o gran circulación peatonal, las bicisendas son utilizadas como zonas de estacionamiento informal, obstruyendo el paso de ciclistas y peatones. Esto, además de ser una infracción de tránsito, representa un riesgo directo para la seguridad vial, sobre todo de los más chicos y personas mayores.
¿Y los controles?
La queja vecinal también puso la lupa sobre el rol de los inspectores municipales, cuya presencia –según relatan los vecinos– es casi inexistente en muchos sectores conflictivos. “¿Dónde están los controles?”, se preguntan los ciudadanos, en referencia a la escasa fiscalización del uso de los espacios públicos.
Este reclamo llega, además, poco después de que el intendente Javier Martínez anunciara la incorporación de nuevos móviles para el cuerpo de inspección municipal, con el objetivo de mejorar la presencia territorial y reforzar los controles de tránsito en la ciudad. Sin embargo, para los vecinos, estos anuncios aún no se traducen en cambios visibles.
“Si con mi hijo tengo que caminar una cuadra entera en contramano porque la bicisenda está tapada de autos, entonces no están cumpliendo su función”, señaló la mujer, visiblemente molesta por una situación que considera cotidiana y evitable.
Reclamo como herramienta
La decisión de hacer público el reclamo, compartido y replicado por otros usuarios, evidencia una tendencia creciente entre los vecinos: utilizar las redes sociales como canal para expresar demandas ante lo que consideran una falta de respuesta institucional. En este caso, la publicación buscó despertar empatía, generar conciencia entre los conductores, y al mismo tiempo, exigir presencia activa del Estado municipal.
Problemática que requiere acción
El mal uso de las bicisendas no solo afecta a quienes utilizan bicicleta como medio de transporte, sino que también obstruye el desplazamiento seguro de peatones, especialmente cuando deben invadir la calzada para esquivar autos mal estacionados. Esto es aún más grave en cercanías de escuelas, como en el caso mencionado, donde hay niños circulando a diario.
Mientras tanto, la ciudad de Pergamino continúa apostando al desarrollo de infraestructura vial, pero los vecinos reclaman que las obras deben venir acompañadas de una política firme de control y concientización. De lo contrario, lo que debería ser una solución, termina siendo un nuevo problema.
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