En la legislatura de la provincia de Buenos Aires existe un proyecto similar al que el PRO quiere negociar con la Casa Rosada para evitar la eliminación total de las PASO y reemplazarlas por un esquema de primarias que no sean obligatorias. Fue presentado en enero por el senador bonaerense del bloque UCR - Consenso Federal, Marcelo Daletto, que forma parte de la estructura de Emilio Monzó.
la agenda electoral nacional derrama sobre Buenos Aires, principal bastión electoral del país, donde ya se habla de qué pasos debería seguir la administración de Axel Kicillof si el Congreso avanza en la implementación de la boleta única papel y la eliminación -o modificación- de las PASO. Como rasgo distintivo propio del territorio bonaerense, la agenda de reforma electoral incluye la posibilidad de eliminar la ley que impide la reelección indefinida de los intendentes, que fue sancionada durante el gobierno de María Eugenia Vidal.
La salida salomónica que explora por estas horas el oficialismo con el PRO y la UCR a nivel nacional tiene un antecedente bonaerense: el proyecto presentado por Daletto que busca modificar la ley 14.086, de Elecciones Primarias, Abiertas, Obligatorias y Simultáneas (EPAOS), principalmente para quitarle la obligatoriedad tanto para los electores, como para los partidos políticos.
Según esta iniciativa, los partidos o alianzas que presenten una sola lista de postulantes podrán optar por solicitar a la Junta Electoral de la provincia que se proclame como lista de candidatos a las elecciones generales; o de lo contrario, si hay un competencia, que participen de las elecciones primarias, abiertas y simultaneas (EPAS).
En caso de que se haya presentado una lista única, los partidos o alianzas deberán acreditar haber obtenido como mínimo el 1,5% de los votos positivos válidamente emitidos en la elección general próxima pasada para poder presentarse en la próxima elección general, mismo porcentaje que deberán obtener quienes sí se presenten voluntariamente pese a tener lista única.
En los fundamentos del proyecto de ley se destaca a las PASO como “el sistema más inclusivo para la elección de los candidatos”, aunque considera que puede ser mejorado, ya que su obligatoriedad lo transforma en “una onerosa encuesta” y “no tiene sentido que cuando en algún espacio político se hayan consensuado las listas de candidatos, se los obligue a participar de esa interna”.
El proyecto no hace, sin embargo, referencia alguna al financiamiento de las primarias, un punto clave en la discusión nacional ya que uno de los principales argumentos del oficialismo para su eliminación es el costo de las PASO que en 2023 costaron unos 52 millones de dólares, según el cálculo que esgrime Guillermo Francos.
La oposición dialoguista tiene una contrapropuesta para bajar ese gasto, sin necesidad de eliminarlas: que el Estado no se haga cargo del costo de la impresión de las boletas y que no haya más propaganda gratis, con espacios cedidos a los partidos por la Cámara Nacional Electoral.
A cargo del Gobierno quedaría, entonces, la logística de unas primarias en una misma fecha, común a todos los partidos, y con los gastos operativos a su cargo, desde la distribución de urnas y boletas hasta el operativo de seguridad y el uso de las escuelas para la votación.
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