Edgardo creció rodeado e influenciado puramente por la música, pero, a través de los años, él ha elegido sus caminos en la vida, por lo que hoy podemos decir que se ha convertido en una persona multifacética. Con una larga trayectoria en los escenarios, a sus 69 años, nos cuenta más sobre sus pasiones (las motos, la música, la libertad y los animales), de cómo ve la esencia de la vida y cómo fue su rumbo junto a cada nota y a cada acorde.
- ¿Cómo fueron tus inicios con la música?
Comencé con la guitarra, donde tocaba folclore y mis maestros eran Hugo Ramallo y Pedro Tejedor.
A mis 20 años, junto a Eduardo Terzaghi, que lo considero un hermano, con Luisito Venini y Daniel Balcarcel formamos Handicap y, como no teníamos nada, alquilábamos los instrumentos.
Posteriormente, me metí en el mundo del bajo porque a la banda Supremo le faltaba un bajista y ocupé ese lugar, un instrumento grave y potente, que es mi favorito entre los que toco.
De joven empecé a arreglar mis instrumentos, luego los de mis amigos y así fue que reparar y calibrar se convirtió en uno más de mis trabajos.
Aparte de la música, ¿a qué otras actividades te dedicaste?
Entre tantas cosas, estuve 9 años en un gimnasio y terminé un curso entrenador de fisicoculturismo. Además, soy profesor de danzas nativas y también estudié en el conservatorio durante 3 años violín y violoncello.
- ¿En cuántas bandas estuviste a lo largo de tu trayectoria?
No quiero olvidarme de ninguna. Con Domingo Carusso formamos Demonios. Junto a Eduardo Terzaghi y Jorge Rodríguez creamos Fantasmas. Además, con Keke Conte, Mariano Musacchio, Calico Ramírez, Eduardo y Juan Manuel Lomellino formamos Khaos donde hacíamos todos temas de Keke y los grabábamos en el estudio de Cristian Berrondo.
Después de un parate de 5 años, volví con Ayer Nomás con Guillermo Colautti, Pamela Lombari, mi sobrina Andrea Luraghi, Ariel Serafini y Eduardo. A la par, con Héctor Pistol, armamos Alkitrán donde también estaban mi hijo Manuel y Mario Arrieta, luego se sumó Juan Manuel Lomellino y en la actualidad el baterista es José Sacruch, de ese momento pasaron 20 años.
Además, con Pablo Carrasco formamos Delorean donde hacíamos internacionales de los 80'. También en Velvet con Cristina Boni y Gisela Giamarco, y Cataleya con Valeria Gonzalez quien falleció por una larga enfermedad, una persona que dejó una huella imborrable en mí.
- ¿Consideras la música un hobby o un trabajo?
Empezó como un hobby, pero durante un tiempo se convirtió en un trabajo, ya que con una de las bandas hacíamos rock y pop para bailar. Los fines de semana trabajábamos por Pergamino y la zona y se ganaba bien.
- ¿Cuáles son tus influencias musicales?
Mucho de los '80 y '90, bandas como: Sting, The Police, Queen, Génesis y Toto, como así también el rock nacional, ellas han influido en mi estilo.
¿Cómo es tu presente y qué destacas de él?
Tengo una muy buena vida junto a mi esposa, María Dolores, disfrutando de nuestros hijos y nietos. Estoy en un lugar agradable de trabajo, rodeado de buenas personas y, además, me gusta levantarme temprano y disfrutar del día.
- ¿Consideras que cumpliste tus metas en la vida?
Si bien tengo un sueño frustrado que fue estudiar medicina, la música y el trabajo fue en lo que me quedé y puedo decir que muchas de las cosas que quería hacer, las logré.
A la edad que tengo pienso, miro para atrás y veo que tuve una buena vida e infancia muy linda, acompañado de mis hermanas y mis viejos. A través del tiempo, lo que he aprendido, la conducta y las experiencias, uno lo va plasmando durante toda la vida. Siempre digo que haber llegado a esta edad y no haber aprendido, de aciertos y errores, no sería nada bueno. Siempre disfruto de mi presente, de la música y de mi libertad.
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