Con casi cuatro décadas de historia, el Hogar San Camilo de Pergamino enfrenta una de las situaciones más críticas desde su fundación. La falta de actualización de los aranceles establecidos por la Ley 24.901 y los recortes en las prestaciones ponen en jaque la continuidad de este espacio fundamental para personas con discapacidad de la región.
Desde su nacimiento, el Hogar San Camilo ha sido sinónimo de amor, cuidado y contención. Fundado a partir del sueño de un grupo de padres en 1983, y formalizado como Asociación Civil sin fines de lucro en 1999 tras una promesa a San Camilo -patrono de los enfermos-, esta institución se consolidó como un verdadero hogar para quienes más lo necesitan. En sus inicios, la comunidad impulsó talleres de huerta, equinoterapia y actividades asistidas con animales en un predio de 13 hectáreas sobre la ruta 32, gracias a un convenio con el Ministerio de Economía. En 2006, el hogar obtuvo su habilitación oficial, y en 2013 adquirió un vehículo institucional, facilitando el traslado de concurrentes que no contaban con transporte adaptado.
Historia de fe, lucha y resiliencia
La historia del Hogar está marcada por su capacidad de sobreponerse a las adversidades. En 2016, expandió su misión gracias a un convenio con Sedronar (Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina), incluyendo también el abordaje de las adicciones. Sin embargo, en 2017, perdió el predio de la ruta 32 debido a denuncias infundadas que derivaron en una intervención institucional. A esto se sumó el impacto de la pandemia, que agravó aún más la situación.
Gracias al acompañamiento espiritual y moral -incluyendo un gesto del propio Papa Francisco-, el Hogar San Camilo logró sostener su labor y hoy continúa funcionando en su sede de calle Francia 2446, dedicada exclusivamente a la atención de personas con discapacidad motriz e intelectual.
Financiamiento insostenible
El Hogar se financia exclusivamente mediante las prestaciones de la Ley 24.901, facturadas a obras sociales. No recibe subsidios estatales ni apoyo privado constante. Desde mediados de 2024, las demoras y recortes en los pagos de estas obras sociales han provocado una crisis financiera que en este año ha escalado a niveles alarmantes.
La situación es aún más crítica con la obra social provincial Ioma, cuyos valores de prestación son un 70 por ciento menores a los del nomenclador nacional. Esta desigualdad profundiza la discriminación hacia las personas con discapacidad, dejando al Hogar en una situación de desfinanciamiento total.
Un gran equipo humano
Actualmente, San Camilo alberga a 15 residentes permanentes y recibe diariamente a otros 15 concurrentes en su Centro de Día. Atiende a personas con diversas patologías, algunas sin red familiar, lo que convierte a esta institución en su único hogar.
Detrás de esta labor hay un equipo multidisciplinario compuesto por enfermeros, docentes de educación especial, psicólogos, terapistas ocupacionales, médicos, kinesiólogos, nutricionistas, trabajadores sociales, profesores de educación física, musicoterapeutas y personal de apoyo como cocineras, transportistas, personal de limpieza y administrativos. Además, es un espacio de formación para estudiantes de carreras como psicopedagogía, trabajo social y acompañamiento terapéutico.
Necesidades urgentes
En 2024 se logró finalizar la obra eléctrica del edificio, pero aún queda mucho por hacer: mejorar la infraestructura, renovar mobiliario y adquirir electrodomésticos esenciales. Sin apoyo económico, estos avances son imposibles.
El Hogar San Camilo necesita hoy, más que nunca, del compromiso del Estado y de toda la comunidad. Porque cuidar a las personas con discapacidad no es un gasto: es una obligación ética y moral.
Un pilar en la ciudad
San Camilo no es solo un lugar de atención: es un hogar lleno de afecto, dignidad y humanidad. Sus puertas están abiertas a quienes deseen conocer su labor y compartir tiempo con quienes viven allí. Los que lo visitan, se van con el alma llena.
Los interesados en solicitar colaborar pueden acercarse a Francia 2446 o bien comunicarse telefónicamente al 02477-632729.
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