A José Romero (28) su Ford Falcon le salió caro. En su baúl estuvo cautiva el domingo por la mañana la hija de un importante empresario textil de nuestra ciudad. Por culpa de una falla en el motor habría tenido que liberarla sin poder ir a buscar el rescate, que la familia de la víctima había dejado en un altar del Gauchito Gil a la altura del Aeroclub.
Fue también su auto, blanco y con rayas negras, el que llevó a que lo identificaran. En la noche de este lunes, la Policía de Pergamino lo buscaba en distintos domicilios después de hacer al menos tres allanamientos fallidos. Y tenía bajo la lupa a su hermano: el custodio de aquellos a quienes intentó extorsionar.
Cuando José Romero interceptó a la jovend e 18 años en la puerta de su casa, en la madrugada del domingo, sabía que la adolescente se movía con un custodio que oficiaba de chófer cuando salía por la noche. Sabía también que la familia tiene una de las casas más vistosas y vigiladas de Pergamino, después de varios intentos de robo. Entre otras cosas, porque su hermano Raúl es ese custodio.
Pero, a pesar de que eligió como objetivo a una de las familias más importantes de la ciudad, los policías están sorprendidos por la “desprolijidad” del secuestro.
Desde que se terminó el secuestro, los investigadores policiales lo señalaron como posible entregador de la joven. Sin embargo, el relato de la víctima iría en otro sentido. No sólo porque contó que Raúl intentó resistirse, sino también porque escuchó cómo insistió para que el secuestrador la liberara. Y además, hay un dato significativo: terminó herido de un disparo en un hombro.
“Por ahora su situación no ha variado, el custodio es un testigo y su implicancia en el caso todavía es materia de análisis, en función de la prueba que se está produciendo”, dijo, cauteloso, el fiscal Federal de San Nicolás, Matías Di Lello ante la consulta de Clarín.
A este joven lo identificaron por su auto y a través de las redes sociales, donde exhibía orgulloso su Falcon con rayas negras que intentaban hacerlo pasar por un auto de carrera.
José Romero no tendría antecedentes ni sería conocido en Pergamino por otros delitos de gran envergadura. "Fue una 'avivada' delictiva que le salió mal", analizaban los policías que hasta anoche no podían dar con él. Todos aseguraron que, más allá de la eventual complicidad de su hermano, habría actuado solo.
En la noche del sábado, la víctima había salido con su novio. Ya entrada la madrugada del domingo, le pidió al custodio de la familia que la fuera a buscar a lo del muchacho.
El custodio la pasó a buscar con el Jeep Grand Cherokee de la familia. Cuando llegaron de regreso a su casa, cerca de las 6.15, un hombre armado y encapuchado se subió al vehículo y los obligó a alejarse del barrio.
El custodio de la joven, amenazado, manejó por la Ruta Nacional N°8, una de las más transitadas de la Ciudad y conocida por ser la que más cámaras de vigilancia tiene. El secuestrador le había atado una mano al volante y otra a la palanca de cambios.
El custodio manejó hasta la zona de Barrio Villa Alicia y el captor empezó las negociaciones con la familia. "Dejá que se vaya, dejá a la piba", habría repetido Raúl al hombre encapuchado que los amenazaba. En ese momento fue que hubo un forcejeo y el secuestrador lo hirió.
Según el relato de la víctima, el captor sacó a Raúl de la camioneta y la prendió fuego. A ella la metió en el baúl del Falcon, que no tiene cerradura. Para fijarlo ató con un cable la tapa y siguió los llamados al padre de la secuestrada. Pidió un millón de pesos pero, después de varias comunicaciones,acordaron una cifra menor, que no trascendió.
Cerca de las 8, el padre de la víctima dejó la plata en un santuario del Gauchito Gil, frente al aeródromo de Pergamino.
Por motivos que se desconocen, aunque sospechan que fue porque el auto de Romero empezó a fallar, a la víctima la liberaron en el barrio Tupac Amaru, casi en simultaneo. Y, como nadie retiró el dinero que había dejado la familia, la Policía logró recuperarlo.
La investigación quedó en manos de la DDI de Pergamino y de la Fiscalía Federal de San Nicolás. Al cierre de esta edición esperaban "una pronta detención" de Romero.
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