En la actualidad, el avance de la tecnología terminó por absorber nuestra rutina y cada vez tenemos más pantallas para ver diariamente, lo que perjudica no solo nuestra visión, sino también nuestras funciones cognitivas y nuestra capacidad de interactuar y socializar con otras personas.
Los libros, por otro lado, son una de las fuentes de entretenimiento más antiguas de la sociedad, y está comprobado científicamente que benefician el desarrollo del razonamiento y amplían el vocabulario. Si querés que tus hijos, sobrinos o algún niño que conozcas empiece a leer más, seguí estos sencillos pero importantes trucos.
Permití que tus hijos se aburran de vez en cuando. Hoy en día la vida está tan organizada que, entre el colegio, las actividades extracurriculares y los deberes, terminan agotados y no les queda tiempo libre. Si tienen un rato libre, lo más probable es que elijan las pantallas, ya que ofrecen gratificación rápida, aunque sea momentánea. Para que se enganchen con la lectura, es clave que haya momentos en los que no tengan nada mejor que hacer, y que las pantallas no sean una opción.
Establecé la rutina de leer antes de dormir. Los hábitos no se forman porque nuestros hijos los comprendan profundamente, sino por repetición. No se lavan los dientes por entender los peligros de la caries, sino porque se los enseñamos. Lo mismo pasa con irse a dormir temprano. Aprovechá esa capacidad de habituarse para que se acostumbren a leer antes de acostarse, hasta que les cueste dormir si no leen.
Leé con ellos en el living, cada uno con su libro. Si lo hacemos en un espacio común, la lectura se convertirá en una tradición familiar y será menos probable que cambien el libro por una pantalla. Además, al leer en un momento distinto al de dormir, asociarán la lectura al disfrute y el tiempo libre, y los unirá como familia.
Dales el ejemplo: que te vean leyendo. Aunque los libros digitales tienen ventajas, es mejor que te vean con un libro en papel, para que comprendan que estás leyendo de verdad. Cuando usás el celular o la tablet, no saben si estás leyendo o mirando videos. Por eso, es mejor leer en papel cuando estamos con ellos, para que perciban claramente el acto de leer.
Regalales libros y acompañalos a elegirlos. Al igual que con la comida, la ropa o lo que ven en las pantallas, es importante invertir tiempo en elegir las lecturas adecuadas. Podés guiarte por las recomendaciones del colegio o de publicaciones especializadas en educación. Una vez que encuentres libros que les gusten, fijate en las editoriales, ya que algunas son más confiables que otras. Y si podés, comprá en librerías locales para apoyar el comercio cercano.
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