La Estación Experimental del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Pergamino publicó su informe anual sobre los márgenes agrícolas para la región, revelando que la campaña 2024/25 presenta condiciones especialmente difíciles para los productores.
Se necesitarán rendimientos elevados tanto en soja como en maíz para evitar pérdidas, situación que empeora en terrenos arrendados, donde los costos de alquiler ya se reducen.
Cada año, el equipo técnico del INTA, conformado por Francisco Fillat, Silvina María Cabrini, José Andrés Llovet y María Cecilia Paollini, elabora un análisis detallado sobre los márgenes agrícolas en base a tres escenarios de rendimiento: bajo, medio y alto.
Este año, el estudio concluye que solo aquellos con productividades medias a altas podrán sortear pérdidas importantes, y aun así, únicamente en campo propio.
En un planteo de doble cultivo, que incluye trigo y soja de segunda, solo el cereal ofrece un margen de rentabilidad en los tres escenarios.
En campo arrendado, obtener un margen bruto positivo requerirá cosechar al menos 5 toneladas de trigo y 3 de soja por hectárea, lo cual dejaría una ganancia estimada de 304 dólares. Sin embargo, en escenarios de menor rendimiento, los números se vuelven negativos, elevando el riesgo para quienes siembran en tierras alquiladas.
La situación para la soja de primera es similar. Con costos cercanos a los 600 dólares por hectárea, solo en campos propios se alcanza un margen positivo, mientras que, en campos arrendados, incluso con un rendimiento alto de 4 toneladas por hectárea, la ganancia apenas llega a 50 dólares por hectárea, y eso sin considerar impuestos ni otros costos adicionales.
En cuanto al maíz, las proyecciones son desafiantes. En la zona de nuestra ciudad, a pesar de no enfrentar plagas como la chicharrita, los productores deben asumir altos costos en dólares de insumos y afrontar retenciones del 12 por ciento sobre el valor bruto de la producción. Aunque en campo propio se pueden obtener resultados positivos, en campo arrendado solo se alcanzará rentabilidad si se logra un rendimiento de 10,6 toneladas por hectárea, un objetivo ambicioso.
El informe del INTA Pergamino concluye que la campaña 2024/25 será especialmente desafiante para los productores del norte bonaerense.
Con una alta proporción de siembras en campos arrendados, el sector enfrenta un escenario donde la rentabilidad solo es posible mediante rendimientos excepcionales, lo cual añade presión a un contexto ya tenso para la agricultura argentina.
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