Seis robos en 15 días: No le dejaron ni el peluche del nieto
En las últimas semanas ha crecido el malestar y el miedo entre los habitantes del barrio Villa Alicia. Una ola de robos que azota a los vecinos de lo que supo ser un barrio tranquilo, una zona de quintas, que ahora sufre el accionar delictivo de los ladrones ante la impasividad de la Policía y las autoridades municipales.
Una vecina, que prefirió mantenerse en anonimato por miedo, dijo que “en 15 días entraron a robar seis veces, ya no queda nada dentro de la casa, se llevaron hasta los cubiertos, las sábanas y un peluche de mi nieto”. Al no ser una vivienda permanente, sino una quinta de verano, los malvivientes aprovechan la ausencia de los moradores para actuar impunemente e ingresar las veces que quieran y a la hora que quieran.
“Ya soldamos la puerta y las ventanas, pero vienen, rompen todo y sacan lo último que queda”. Esta familia posee su inmueble hace 50 años en el lugar y asegura que “nunca se vivió algo así, siempre fue un barrio tranquilo, pero ahora la verdad no vamos a poder disfrutar de nuestra quinta porque es imposible y hasta peligroso venir o pasar una noche de verano en el lugar””.
Otro vecino, cercano a la quinta robada seis veces dijo que él vive allí y varias veces tuvo que avisar a quienes no habitan en sus casas para que vengan porque habían entrado a sus moradas. “Ocurre a cualquier hora del día, en una oportunidad al lado de mi casa robaron, vino la vecina a verificar todo, se fue y yo mismo vi como a los 15 minutos estaban queriendo entrar de nuevo”.
Los hechos de inseguridad de manera muy reiterada han provocado la impaciencia y el hartazgo de los vecinos, pero hay una zona en particular que está siendo azotada por este flagelo y no parece haber una solución a la vista. Desde la calle Mansilla, donde está la plaza, para el norte es tierra de nadie. “Lo que nos indigna –repiten a coro los vecinos- es que ni vale la pena denunciar, la Policía sabe quiénes son, los conoce, son de acá cerquita, pero no hace nada. El Municipio también brilla por su ausencia”, resaltaron con evidente bronca.
Un profesional que posee una quinta de fin de semana en las inmediaciones aseguró que también fue víctima de los ladrones. “Tenemos rejas, alarmas, pero nada parece detenerlos, actúan como sabiendo que nadie va a perseguirlos ni a hacer nada”. La impunidad es tal que “estábamos festejando un cumpleaños y cuando uno de los invitados se va se dio cuenta que le faltaban dos ruedas del auto. Éramos como 40 personas y nadie se percató”.
La zona, que supo ser un barrio tranquilo, de veraneo, con casas abiertas y niños jugando en las veredas y calles se ha transformado en este último año. No hay certezas de los porqué, pero de lo que si hay certezas es de que los vecinos no dan más, quieren seguridad y merecen poder tener sus pertenencias y, lo más importante, sus vidas a salvo. “No queremos llegar a medias extremas, pero nos están dejando sin opciones”. concluyeron.
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