Con hondo pesar, la comunidad cultural y educativa de Pergamino lamentó esta semana el fallecimiento de Silvia Aquiles, el pasado lunes a los 74 años. Fue una destacada artista plástica y docente, profundamente comprometida con el arte, la enseñanza y el trabajo colectivo.
Desde Suteba Pergamino, sindicato del cual formó parte como afiliada, expresaron su dolor por la partida de quien fuera una referente entrañable para sus colegas y estudiantes, recordando su calidez, entrega y pasión por la educación pública y las expresiones artísticas locales.
Por su parte, también la Comisión de Artes Plásticas de la Casa de la Cultura, espacio que Silvia integraba con compromiso y generosidad, también manifestó su tristeza ante la pérdida y la recordó como una compañera imprescindible, cuyo legado permanecerá en cada obra compartida y en cada gesto de amor por la cultura.
“Con profundo dolor despedimos hoy a Silvia Aquiles, artista plástica, docente y apasionada del arte. Acompañamos en su dolor a Jorge Bertero, a sus hijos y nietas. Vuela alto. Siempre te recordaremos”, expresaron desde la Comisión.
Silvia deja una huella imborrable en generaciones de estudiantes, colegas y vecinos. Maestra de maestros, supo ganarse el respeto de colegas y alumnos tanto siendo docente en educación secundaria como también formando docentes en nivel superior, en su querida escuela de Artes Visuales que la recordó con un emotivo posteo en redes: “Gracias Silvia por tantos años dedicados al arte y a la educación… Alumnos, exalumnos, docentes, auxiliares y el equipo de conducción de ésta, tu Escuela de Artes Visuales ‘Emilio Pettoruti’, te vamos a recordar siempre con mucho cariño”.
Silvia, hace tiempo se encontraba alejada, debido a una afección de salud, de los espacios en los que solía estar presente como muestras de arte, obras de teatro y acompañando cada causa que creyera justa, espacios donde su ausencia era notoria y donde siempre se la mencionaba, aunque no estuviera físicamente, su corazón estaba allí, en cada espacio donde circulaba, se hacía o se difundía el arte.
Rubén Albarracín, artista plástico y uno de los fundadores de la Comisión de Artes Plásticas de la Casa de la Cultura la recuerda a Silvia como “talentosa, generosa y querible”, y define su vínculo como “una amistad de unos cuarenta años que conocí a fin de los ’80 y que se estrechó más cuando se formó la Comisión de Artes Plásticas en el ‘96”, además la describió como “alguien que siguió siempre su vocación, hizo lo que quiso y no perdió el tiempo”, asimismo expresó que “cuando se va un amigo, se va un mundo”.
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