El Estudio Rivet, que representa a Evelina Flores, madre de la joven asesinada, solicitó formalmente que Edith Rivero, quien se desempeña como intérprete en la causa, sea removida de su rol. Según la defensa, Rivero tiene una relación personal con Jonathan Latapie, el principal sospechoso del crimen, lo cual podría afectar su neutralidad en el caso.
Testigos allegados a la familia de la víctima han proporcionado evidencias, como reuniones y fotografías, que demostrarían la existencia de una relación social entre la intérprete y el imputado. Además, la defensa señala que Rivero ha realizado comentarios públicos en redes sociales, como en Facebook, donde expresó opiniones sobre el caso, lo que refuerza sus dudas sobre su imparcialidad.
De acuerdo con el Código Procesal Penal de la Provincia de Buenos Aires, los intérpretes pueden ser recusados si tienen un vínculo personal que comprometa su neutralidad o si se evidencian actos de parcialidad en su desempeño. El equipo legal de Evelina Flores considera que ambos criterios se cumplen en esta situación y que la imparcialidad de Rivero está comprometida.
La defensa destacó que la imparcialidad es un principio fundamental del debido proceso, tal como lo establece el artículo 18 de la Constitución Nacional y los tratados internacionales reconocidos en el artículo 75, inciso 22, de la misma.
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