El pasado sábado cerca de las 3:15 de la madrugada, en la plaza “Nuestra Señora de Itatí” de Pergamino, un grupo de jóvenes se vio envuelto en una disputa que terminó en tragedia. Según la investigación, todo comenzó cuando Santiago Moreira y Mateo Olari —mayores de edad— llegaron al lugar acompañados de dos chicas menores. Al orinar contra unos árboles, provocaron el reclamo de Héctor Silva y su novia.
La discusión escaló rápidamente. Los imputados sacaron cuchillos y, en una agresión conjunta, atacaron a Silva con la intención de matarlo. El joven sufrió múltiples heridas: cortes profundos en el pecho y hombro, y varios moretones en piernas y torso. Una de las puñaladas alcanzó el pulmón y el corazón, provocando su muerte por un shock interno grave.
La novia también fue agredida y sufrió lesiones menores.
La Fiscalía sostiene que ambos acusados actuaron juntos, con planificación previa y una intención común. Se los considera coautores del crimen, figura que implica que ambos tenían control sobre el resultado final. La existencia de varias heridas de distinta forma refuerza la hipótesis de que se habrían usado más de un cuchillo.
Tras ser imputados por el crimen, ambos se negaron a declarar, amparándose en el derecho que les asiste en el marco legal.
La identificación de los sospechosos fue posible gracias al trabajo de la fiscalía, que relevó cámaras de seguridad en las inmediaciones del lugar del hecho. A partir de esas imágenes, se pudo reconstruir parte del recorrido de los presuntos agresores y establecer vínculos con la escena del crimen.
Sobre el caso, el fiscal Francisco Furnari explicó en declaraciones al programa Pan y Circo que no hubo un móvil de robo, sino una escalada de violencia entre desconocidos. Indicó que la autopsia confirmó múltiples heridas de arma blanca y respaldó la imputación por homicidio simple. También destacó la velocidad con que las fuerzas de seguridad lograron reunir pruebas clave —incluida la ropa manchada de sangre— y manifestó su preocupación ante la facilidad con que ciertas conductas violentas se tornan fatales. “La violencia entre jóvenes en espacios públicos es alarmante”, remarcó.
La investigación continúa con nuevas diligencias para esclarecer completamente lo sucedido, en un contexto que interpela tanto a la justicia como a la sociedad en su conjunto.
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