Spotify ha diversificado su propuesta y, en ese camino, ahora incluye contenido audiovisual. Ese cambio puede contentar a algunos y pone a ese servicio, antes circunscrito a la música y luego a los podcasts, a competir con entornos como YouTube. Pero el cambio también trae consigo algunos inconvenientes. Incursionar en nuevos ámbitos exige aprendizajes.
De acuerdo a la mencionada publicación, los videos porno en Spotify aparecieron al hacer búsquedas de canciones de la rapera M.I.A. y también en otras cuentas, con contenido que circula desde mediados de noviembre.
Una representante de Spotify dijo que todos los videos reportados fueron eliminados “debido a que violan las políticas de uso” del servicio. Sin embargo, la compañía de origen sueco aún no explicó cómo se filtraron esos clips en el servicio, salteándose la revisión y la moderación.
En este punto, hay un detalle relevante: esta aplicación de streaming no tiene un botón (acceso directo) para reportar contenido inapropiado, una función que simplifica y dinamiza ese tipo de denuncias. En cambio, los usuarios deben copiar la URL del contenido infractor e informarla en una página web diseñada para tal fin.
Esta problemática en Spotify es anterior a la inclusión de videos. Siguiendo a la fuente, anteriormente apareció contenido pornográfico en las gráficas de las portadas de álbumes, además de podcasts sexualmente explícitos.
Los videos comenzaron a implementarse en Spotify, en forma gradual, a partir de marzo de este año, para luego expandir su alcance. La plataforma tiene actualmente unos 640 millones de usuarios, de los cuales más de 250 millones son suscriptores, es decir, personas que pagan por acceder a la versión sin anuncios.
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