Expresaron que “hace más de cinco meses que estamos llamando a Obras Sanitarias y no hay respuestas. Vinieron, miraron y llamaron para decir, que es algo que tiene que arreglar la propietaria, por el contrario, me podrían multar”. Los residentes se encuentran en una situación crítica donde el agua estancada se convierte en un caldo de cultivo para enfermedades y plagas de mosquitos.
A pesar de las continuas llamadas y las visitas de los inspectores, las acciones concretas han sido escasas en esta zona específica del barrio. Incluso después de identificar áreas donde la acumulación de agua representa un riesgo para la salud pública tal como lo indican los volantes dejados en las casas por la propia municipalidad, la situación no ha mejorado.
La frustración de los residentes es evidente, ya que señalan que la Dirección de Obras Sanitarias no ha tomado medidas efectivas para abordar el problema en estas calles en particular. La falta de remoción de la tierra y la ausencia de reparaciones en el cordón, así como la fumigación realizada en otras partes del barrio mientras su zona sigue siendo ignorada, son ejemplos claros de la negligencia de las autoridades.
“Fumigaron en otros sectores del barrio, pero no en esta zona, donde dicen que no se debe acumular agua, ya que se pudre y se llena de mosquitos” concluyeron los vecinos del lugar.
Ante esta situación, los residentes se preguntan quién es responsable de este desastre, al tiempo que exigen respuestas y acciones inmediatas para remediar la acumulación de agua estancada en las calles Alberti y Balboa lo que no solo es un problema estético, sino también un riesgo para la salud pública. La amenaza de multas no es suficiente cuando la falta de acción pone en peligro la salud y el bienestar de la comunidad.
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